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Se invierte la tendencia de los últimos años

Cuarenta familias de A Estrada logran en un año abandonar la prestación de alimentos de Cáritas

El perfil se corresponde con el que generó la crisis: parejas de entre 20 y 45 años - Estos ciudadanos regresan al mercado laboral, aunque algunos con empleos aún precarios - Todavía 180 familias necesitan ayuda para comer

Entrega de diplomas del curso de Cáritas, ayer, en la sede de Coesco. // Bernabé/Ana Agra

Por primera vez en los últimos años, Cáritas Parroquial de A Estrada ha visto un cambio en la tendencia al alcanza en el número de familias a las que asiste a través de su banco de alimentos. Tanto es así que en este 2017 la entidad ha pasado de atender a 220 familias a las actuales 180, un descenso de 40 unidades familiares que, aunque lejos de permitir a la organización bajar la guardia, incrementa considerablemente su optimismo.

"Cáritas es un parche. No es una solución", recuerda el director de la organización parroquial en A Estrada, José Manuel Vázquez. Señala que el perfil de usuarios que lograron prescindir a lo largo de este año de este recurso para superar el día a día se corresponde con el mismo que dejó la crisis económica: parejas jóvenes de entre 20 y 45 años. Añade que se trata de ciudadanos que llevaban una vida relativamente acomodada antes de la recesión y que, de un momento para otro, se encontraron en una situación realmente compleja.

Recalcó Vázquez que la juventud de estos usuarios y el inconformismo propio de su edad hace que se hayan procurado alternativas hasta conseguir reincorporarse al mercado laboral y poder prescindir de la ayuda de Cáritas, aunque algunos de ellos tengan que volver al trabajo aceptando empleos precarios.

José Manuel Vázquez reconoció que el descenso en le número de usuarios de la prestación de alimentos de Cáritas comenzó a reducirse ya desde comienzos de este 2017. Aunque se mostró satisfecho con esta leve recuperación, reconoció que la entidad continúa necesitando toda la ayuda posible para seguir aportando puntualmente alimentos a las 180 familias del municipio que todavía continúan en una situación desfavorecida. No dejó de reconocer que, como queda avanzado, muchos de los usuarios que pudieron acceder a un trabajo para prescindir, al menos temporalmente, del recurso a Cáritas encontraron de baja remuneración.

Con todo, la situación descrita ayer por José Manuel Vázquez contradice, y mucho, la tendencia que venían evidenciando las despensas de esta organización. No en vano, la entidad llegó en poco tiempo a prestar ayuda para comer a 220 familias de A Estrada y su entorno, una cifra a gran distancia de las 20 unidades usuarias de este servicio que el actual director de Cáritas se encontró en 2010 cuando tomó las riendas de esta entidad.

El perfil de personas que recurren a la entidad para hacer frente a su difícil situación económica también ha mudado en estos siete años. Si ahora, como queda indicado, son familias jóvenes que padecen los efectos del desempleo, en 2010 la mayoría de los usuarios eran ciudadanos con escasos recursos y mayores de 60 años.

Cáritas Parroquial de A Estrada tenía previsto celebrar en la tarde de ayer una reunión para cerrar la organización de la campaña de recogida de alimentos Operación Kilo, que previsiblemente se pondrá en marcha la próxima semana. Aunque reconoce que las despensas de la entidad permitirían continuar atendiendo a las 180 familias actuales hasta final de año -con la excepción de algunos artículos-, el director de Cáritas apuntó que esta colaboración sigue necesitando la aportación ciudadana.

"No me quejo. Tuvimos épocas peores", confesó José Manuel Vázquez, que no tuvo empacho en reconocer públicamente que los estradenses se volcaron con la entidad para permitir que esta haga frente a la cantidad de familias que necesitan su ayuda. Tras realizar un llamamiento para que los vecinos colaboren con la Operación Kilo que se presentará en los próximos días -las cajas rojas de Cáritas regresarán a buena parte de los supermercados del municipio estradense para el depósito de artículos no perecederos-, recordó que esta situación "es un problema de toda la sociedad".

Además del banco de alimentos de Cáritas A Estrada cuenta con un servicio municipal de prestación de alimentos con el que se venía prestando ayuda a una veintena de familias, generalmente a través de la aportación de alimentos frescos, complementando un poco la aportación de productos no perecederos que facilitan otras entidades.

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