El Museo do Pobo Estradense, que lleva el nombre de Manuel Reimóndez Portela, encara el nuevo año con la previsión de someterse a un nuevo proceso de reforma. Las nuevas obras se marcan como objetivo que este espacio pueda volver a abrirse al público después de más de ocho años cerrado a cal y canto. La junta de gobierno de la Diputación de Pontevedra aprobó una nueva aportación para el Concello de A Estrada dentro del Plan Concellos 2017, una partida de 130.000 euros que se destinarán a esta reforma.

Estos fondos permitirán una actuación integral de reparación del edificio. La obra se centrará en la parte principal de la cubierta, además de contemplar acciones en el interior por sugerencia del director del museo, Juan Andrés Fernández Castro, y del patronato de esta entidad. El gobierno estradense aguarda que en el mes de enero se pueda avanzar la tramitación para estar en disposición de licitar la obra en el primer trimestre de 2018.

En el momento en que se superaban ya los siete años de cierre continuado de estas dependencias, el ejecutivo local reconoció que estas instalaciones requieren una intervención más o menos urgente al presentar un "problema estructural". La cubierta es la zona que requiere la reforma más acuciante. Esta parte del edificio fue construida en el año 1997 en la reforma practicada con un Taller de Empleo. Se realizó con una estructura de madera, anclada al muro de piedra. En base a las explicaciones ofrecidas en su día por el alcalde, este anclaje se habría deteriorado, descolgándose la estructura del soporte y motivando un desequilibrio en la cubierta. Las obras requerirán, por tanto, levantar esta parte del inmueble y recuperar parte de la armazón.

Aunque en un primer momento se pensó en solventar estos problemas con fondos propios, finalmente se asumió que la situación exige un proyecto de mayor calado, que fue expuesto al patronato del museo. Seguidamente, el Concello emprendió la búsqueda de financiación para el proyecto, una ayuda que encontró en la Diputación.

El Museo do Pobo Estradense cerró sus puertas para someterse a una importante remodelación. Después de dos años de obras, su reapertura se aguardaba para 2012, a falta de unos pequeños retoques finales. Sin embargo, la crisis económica frenó sus aspiraciones. En 2013 el Concello reconoció que, a la espera de poder conseguir fondos para contar con personal que ayudase a un funcionamiento estable de estas instalaciones, la reapertura tendría que aguardar. El problema se reconocía puramente económico. El gobierno abogaba entonces por que el museo tuviese un horario definido y estable, cuestión que exigiría poder contar con una persona que pueda encargarse de recibir a los visitantes y guiarlos por el discurso museístico que se quiere imprimir a estas salas.

Aumento de espacio

Con sede en un histórico edificio de 230 metros cuadrados, el Museo Manuel Reimóndez Portela pudo incrementar notablemente su espacio a raíz de las últimas obras realizadas en sus tres naves, motivo por el que se cerró al público. Los trabajos fueron financiados en una fase con fondos del programa Leader y en otra gracias a la aportación del FEIL. La profunda remodelación interior incluyó la construcción de una galería perimetral que permite al visitante obtener desde el acceso una visión de toda la viguería construida en pino de Oregón. La remodelación de las ventanas en la parte central -antes tapiadas en su práctica totalidad- permite ahora combinar la iluminación natural con la que ofrecen focos halógenos. En todo caso, tras esta última reforma se reconoció la importancia de algunos retoques extra, caso de incorporar vitrinas y expositores para colocar algunas de las piezas que integran su fondo.