Desde el martes, la Consellería de Medio Rural vuelve a conceder permisos para realizar quemas controladas de rastrojos y restos forestales. Pero como los permisos se dan con dos días de antelación, ayer fue en realidad la primera jornada en que pudieron acometerse. Por eso, en numerosas aldeas de Deza así como en varios solares próximos a los cascos urbanos, los dueños de fincas aprovecharon las bajísimas temperaturas para reducir a cenizas restos de podas y de maleza previamente cortada. A pesar de la entrada de este frente frío, el mapa que mide el Indice de Risco Diario de Incendio (IRDI), buena parte del municipio de Lalín así como del de Silleda se encuentra bajo un riesgo moderado de fuego forestal. No ocurre lo mismo con Rodeiro y Agolada así como la mayoría del territorio de Vila de Cruces, que presentan un peligro bajo de incendio.