Concello y Salvemos Catasós aportaron un dato clave que, a su juicio, podría garantizar la conservación del bosque de Casas Vellas. En el hecho de que forme parte de un único conjunto paisajístico, como recoge la sentencia favorable al ayuntamiento en el pleito con Fenosa, entraría la figura de la Fraga de Quiroga. Este espacio, propiedad de la Xunta y declarado monumento natural en el año 2000, precisa de un plan de conservación que, cuando se aplique, su ámbito de influencia llegaría hasta Casas Vellas o a otro bosque en Quintela, también en la parroquia de Catasós. "¡Ellos sí que llevan años de retraso", manifestó la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso.
Elías Fernández (Salvemos Catasós) manifestó que la Xunta incumple su propia normativa al no desarrollar el plan de conservación de Quiroga pese a que la ley determina que pasados dos años de su declaración como monumento natural es obligatorio. Estos trabajos, habrían comenzado en febrero de este año y al menos se extendieron hasta mayo, cuando la Xunta colocó carteles en la Fraga de Catasós informando de la actuación de restauración. La edil de Medio Ambiente aseguró que el Concello está colaborando con la consellería en dicho plan de conservación, como también estaba preparado el de Casas Vellas, este último potestad del ayuntamiento.
Desde Salvemos Catasós, vinculando la protección de Casas Vellas a la amenaza del proyecto de la Línea de Alta Tensión (LAT) se indicó que Fenosa había pedido que el 10% de los terrenos del ENIL quedasen libres para el paso del trazado o que la propuesta de que pasase por debajo de árboles lo impide la ley de incendios. Sobre el plan de conservación de Quiroga, Fernández dijo que Medio Ambiente no tuvo más remedio que reconocer, ante las reiteradas consultas de la plataforma, que no existía. Y que, cuando hace 17 años se declaró este bosque como monumento natural, ya hubo protestas por la no inclusión de Casas Vellas. Ya en febrero de este año, Medio Ambiente contesta a la plataforma, tras reclamar el expediente, que los trabajos del plan de conservación dieron comienzo con el acondicionamiento de la zona de entrada de Quiroga, desde la N-525.
En relación al papel desempeñado por la Xunta en este proceso, la plataforma cuestiona la falta de transparencia durante la declaración del impacto ambiental del proyecto de la eléctrica. En este sentido remarca que se llegó a exponer que no había árboles con interés paisajístico o medioambiental y tampoco especies propias de ribera; algo que, se cae por su propio peso solo dándose un paseo por esta zona.
