La polifacética cruceña Carlota de Leal acaba de ser galardonada con el segundo premio Auditorio de Galicia para Novos Artistas por su pieza mural titulada "Avoa Elena". La concejala de Acción Cultural de Santiago, Branca Novoneyra, fue la encargada de hacer entrega del premio dotado con 2.000 euros a la creadora en un sencillo acto que tuvo lugar en la capital gallega el pasado lunes. Berio Molina y su obra "Escapes" fue el ganador del certamen compostelano.
-¿En qué consiste el proyecto que fue premiado en Santiago?
-Lo que hice fue plantear una pintura mural con la temática del retrato femenino doméstico, y representa a una situación cotidiana de placer para una mujer, que es mi propia abuela. Trabajé sobre su figura como una diosa antigua y moderna, una mujer fluctuante, una niña sobrevolando el espacio, enganchada por unos simples anzuelos que no consiguen llevarla a la superficie. La pieza está inspirada en, digamos, una de las caras de mi abuela. Y aquí estaría su parte crítica con la que se podrían identificar otras mujeres que son reticentes a mostrarse en un espacio como una playa en público. Sus cuerpos no suelen ser mostrados por voluntad propia, que es algo muy respetable, por supuesto, pero digamos que es como un prisma que tengo de mi abuela que es realizable y sucede, y creo que es necesario reivindicar. Por eso hice un mural como este que te digo.
-Sin embargo, en el mural no queda claro el espacio donde se ubica el personaje. ¿Es algo buscado o surgió sobre la marcha?
-En el mural no se sabe si está en la playa o no, efectivamente, porque se trata de una pintura sobre fondo blanco que carece de paisaje alguno. Se muestra simplemente el elemento, que es ella de espaldas, en bañador, y se nos muestra en un escorzo flotando. De modo que no se sabe exactamente en que lugar se encuentra porque me gustaba esa idea de que se la viera como flotando en el aire para recalcar esa reivindicación de los cuerpos de esas mujeres de las que hablaba antes, siempre reticentes a mostrarse en espacios públicos.
-¿Cómo fue el proceso de elaboración previo a su presentación al concurso de Santiago?
-Lo cierto es que en este premio de Santiago había una norma en la que se decía que todas las obras presentadas al concurso deberían ser inéditas, y entonces no se podía mostrar previamente en ningún sitio. La obra estaba planificada especialmente para el X Premio Auditorio de Galicia y que la probé antes en mi taller antes de trasladarla a la sala de exposiciones. En mi casa pude ver cómo funcionaba y si las dimensiones finales eran las mejores para este tipo de certámenes artísticos. Lo cierto es que tuve que modificar algunos elementos, y finalmente el primer lugar en el que estuvo ajeno a mi propia casa fue en el auditorio. Tiene unas dimensiones de 2,50 por 2,50, que pienso que está muy bien para lo que quería representar con la figura de mi abuela Elena.
-¿Tiene pensado el lugar donde le gustaría poder exponerla de forma permanente o le gustaría moverla por distintos lugares?
-Pienso que se trata de una obra que tiene vida propia porque, así como tiene su tiempo de vida limitado por tratarse de un mural y está en una sala con exposiciones itinerantes, finalmente acabará desapareciendo de esa pared, también creo que tiene al mismo tiempo una existencia sin definir completamente. Al tener la idea y el bosquejo, la puedes plasmar en cualquier pared tanto en un exterior como en cualquier interior que reúna las condiciones apropiadas para ello. Entonces, el mural ofrece unas grandes posibilidades y por eso pienso que se trata de una pieza de largo recorrido. Eso espero.
-¿Cómo compagina su dedicación a la pintura con la musical formando parte de la Artística de Merza? ¿Cuál de las dos disciplinas artísticas es su preferida?
-Creo que son terrenos que se mezclan y se conectan. Por lo tanto, no tengo ningún problema a la hora de compaginarlos porque son perfectamente compatibles. De hecho, uno se nutre del otro. Pienso que es una gran suerte poder dedicarse a los dos porque realmente ambos me gustan mucho.
-¿Se ve con opciones de compaginarlos también como formas de vida en su futuro profesional?
-Mi plan de vida es poder alcanzar objetivos diferentes, unos más ambiciosos que otros. En lo que se refiere al arte, es algo que siempre me va a perseguir, o yo a él, depende de como se mire la cosa. Siempre va a estar ahí, y eso lo tengo muy claro desde hace tiempo. Algo parecido pasa con la música en mi vida. Lo que pasa es que como artista tienes la posibilidad de exponer, pero no siempre te van a pagar. Como músico vas a tocar, y mejor o peor siempre te pagan.
-Entonces, la idea es dedicarse a ambos para poder tener un medio de vida digno, ¿no?
-Es un circunstancia cotidiana que siempre sucede así, pero está bien. Se trata de tirar de uno y de otro para poder sobrevivir haciendo lo que más te gusta. Ahora tengo 29 años y estoy segura de que si todo sale como espero, seguro que algún día podré mezclar pintura con música para llevar la vida que más me apetece. Creo que es algo que se puede hacer sin grandes problemas, y espero conseguirlo cuanto antes, por supuesto.
