El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, está de acuerdo con la propuesta del Partido Popular relativa a que el Concello habilite fondos para subvencionar las traídas vecinales o privadas del municipio, que están resultando seriamente afectadas por la sequía. El mandatario, que conoció anteayer la moción de los populares, asegura que consultó el alcance de la misma con el teniente de alcalde Nicolás González Casares y que ambos dudaron de la legalidad de la misma. Así lo relató en una entrevista en una emisora de radio local, donde Cuiña comentó que en caso de que esta propuesta tenga sustento legal, su gobierno estaría en disposición de apoyarla.

Considera que el PP hizo su trabajo como oposición, que respeta, pero entiende que quizá lo planteó al saber que tanto él como el edil de Rural, Miguel Medela, llevaban tiempo con reuniones vecinales para tratar este asunto. Recordó que tiempo atrás ya advirtió que los abastecimientos de agua iban a ser unas de las obras más solicitadas por los vecinos, debido a la sequía que no solo afecta en los últimos tiempos al municipio, sino que se prevé vaya a mantenerse en lo sucesivo.

Oficina Agraria

Por otro lado, Rafael Cuiña habló sobre el traslado de la Oficina Agraria Comarcal (OAC) a un bajo de la calle Ponte tras la resolución del concurso público por parte de la Xunta. En primer lugar mostró sus dudas acerca de si este emplazamiento era el más idóneo, por la limitación de plazas de estacionamiento, y por otro cuestionó el proceder de la Xunta por anunciar la resolución del proceso justo un día después de que se le criticase por plantear a Abanca que negociase el traslado de la OAC para el bajo que la entidad bancaria dejará libre en la calle Matemático Rodríguez. Lamentó que se hubiese personas que lo acusasen de engañar a los vecinos, dejando entrever que él era conocedor que ya el procedimiento ya estaba resuelto. Tras remarcar que el traslado de la OAC "es una victoria de los trabajadores", recriminó al gobierno gallego que no informase ni al plantel, en primer lugar, ni a la institución municipal. "Está claro que no estaba adjudicado y al día siguiente sí; son casualidades", dijo.

En otro orden de cosas, también se refirió a la construcción del futuro albergue de peregrinos en el edificio del antiguo colegio Manuel Rivero, cuya construcción podría demorarse a la última parte del mandato, indicando que ya existe interés de particulares por conocer las condiciones de una hipotética futura gestión. Además de dar un repaso a las obras del Paseo do Pontiñas, que se extenderán a la primera fase ya el próximo año con las nuevas brigadas -el personal acaba ahora su contrato- volvió a lamentar el desinterés premeditado de la Xunta por construir el Centro de Alta Resolución (CAR). Dijo que el proyecto será presentado como una promesa electoral para las municipales, de nuevo, y duda de que sea una realidad en un horizonte más o menos próximo.