Varios vecinos del municipio de Lalín llevan días alarmados por una serie de llamadas perdidas a sus móviles procedentes del norte de África. En concreto, en las últimas semanas se han llegado a recibir llamadas desde Marruecos o Túnez, que si se contestan ponen en marcha el mecanismo de un timo muy común en los últimos tiempos. Los afectados alertan del peligro que puede suponer que las llamadas sean a personas mayores, que instintivamente suelen contestarlas.
Las autoridades recuerdan que esta modalidad de timo consiste en que el usuario recibe una llamada corta en su móvil, sin tener tiempo para responder, quedando registrada en el teléfono como perdida. Sin embargo, si el receptor decide devolver la llamada, le costará caro. La línea tiene una tarificación adicional, de la que los estafadores se llevan una parte, y una locución automática intentará retener al usuario el mayor tiempo posible para poder consumar la estafa telefónica. Según recoge la cuenta oficial de la Benemérita, ahora este timo suele usar los prefijos 212 (Marruecos), 216 (Túnez), 355 (Albania), 225 (Costa de Marfil), 233 (Ghana) y 234 (Nigeria). De todas formas, este timo no es nuevo, según apuntan las fuerzas de seguridad . En otras ocasiones han sido asociaciones de consumidores las que han alertado sobre ella, procedentes de prefijos como el 905 o el 218 (Libia).
El aviso emitido por la Guardia Civil en septiembre pasado también fue emitido ya el mes de marzo por la Policía Nacional a través de su cuenta de Twitter. En el mensaje se coincide en una práctica: Nunca rellamar.
