Cuarenta y dos extrabajadores de la Seat Goldar S.L. celebraron ayer en Manxares un almuerzo de confraternidad con una larga sobremesa en la que evocaron los lazos de amistad forjados durante largas jornadas de trabajo, reeditándolos hasta el punto de hacer suyo el famoso "amigos para siempre" que tanto sonó con motivo de las Olimpiadas de Barcelona 92.

Los suculentos platos que degustaron -entremeses, jamón, chipirones, croca y postre- fueron lo de menos. Lo importante fue, rememorar anécdotas de sus años en común en una firma que funcionó de 1974 a 2002. Fue una "jornada fantástica", según uno de los organizadores, Fernando Sanmartín. Era la segunda vez que se reunían. Hace más de una década tuvo lugar otra cita semejante. Pero ayer los extrabajadores del extinto concesionario -que llegó a bautizar a la Avenida de Santiago con el nombre de "cuesta de la Seat"- convinieron en no dejar pasar tanto tiempo y hablaron de fijar una comida fraternal anual para no perder el contacto con sus excompañeros... con los que se cumplió la máxima de que "el roce hace el cariño". Uno de ellos, el excantante de la Venus Manolo López agasajó a sus compañeros cantando rancheras a capella. Fue la banda sonora de un día marcada por los reencuentros y conversaciones de puesta al día, entre antiguos compañeros de sus problemas y proyectos. En definitiva, de compartir con sus ya amigos cómo les va en la vida.