Un escaso margen de maniobra tiene el gobierno de Lalín para aprobar en plazo el presupuesto del próximo año. La cuenta ya no entraría en vigor en plazo, el 1 de enero de 2018, una vez que salvo sorpresa nada se sabe de un documento que debería someterse a aprobación en pleno de inmediato para, transcurrido el período de exposición pública, estuviese listo para el inicio del nuevo curso. Por eso quizá el alcalde, Rafael Cuiña, ya dejó entrever ayer que su gobierno podría apostar por trabajar en 2018 con la cuenta prorrogada en vigor.

La aprobación del presupuesto actual ya se demoró hasta después del verano y la cuestión de confianza forzada por la oposición y la posterior frustrada moción de censura, el cuatripartito consiguió no solo salvar el documento económico sino también los fondos Dusi. Por ello y por el propio diseño del presupuesto, ahora quizá al gobierno no le preocupe tanto que el ayuntamiento trabaje en 2018 con las cuentas prorrogadas. Hay otro condicionante: con la marcha de la anterior interventora, en verano, y la incorporación de la nueva funcionaria este trabajo no se pudo sacar adelante en condiciones normales. "No habría problema en prorrogar las cuentas, pero vamos a intentarlo por cualquier vía", declaró Cuiña ayer en Radio Lalín. El mandatario reconoció que a estas alturas no puede ofrecer plazos y sí indicó que en junio había dado órdenes a los técnicos para que comenzasen a elaborar "el esqueleto" del documento. Tampoco trascendieron encuentros con la oposición para hipotéticos pactos en este sentido.

El mandatario, con todo, sí remarcó que el 2018 será un año "histórico" en inversión en Lalín, con los millones del Dusi y sin poder desbloquear unos cinco más que hay en caja porque lo impide la ley estatal. "Es injusto que los concellos que estamos saneados no podamos gastar el superávit, eso los vecinos no lo entienden".

En otro orden de cosas, el primer edil aprovechó su comparecencia en la emisora municipal para repasar otras cuestiones de actualidad como las críticas del PP sobre el estado del pabellón. En este sentido, y tras respetar las denuncias del edil José Antonio Varela, avanzó que de cara al próximo año se acometerán mejoras en la instalación deportiva, centrándose en la adecuación de la segunda pista del recinto o la subsanación de deficiencias, aunque recordó algunas de las obras ya acometidas. También dijo que la limpieza del pabellón -que visitó ayer- mejoró después de "darle un toque a la empresa". Y, por último, atribuyó la crítica del PP al anuncio del gobierno de aumentar las subvenciones a las entidades deportivas.

Cuiña dio unas pinceladas sobre el despido del exdirector de la Banda de Lalín Bram Sniekers y las críticas de los populares a su gobierno por retrasar dos años la decisión. Dijo que había sido el anterior gobierno el que contrató al músico sin titulación. "En política se puede tener morro, ¡pero tanto!, remachó, además de resaltar que las condiciones del cese fueron recomendadas por abogados una vez que Sniekers, durante unas negociaciones, pidió una cantidad desorbitada por su marcha.

Por otro lado, reprendió al edil popular Antonio Rodríguez por llamar "rastrero" al concejal del gobierno Miguel Medela. "Lo que no voy a permitir es el insulto personal a una persona humilde, trabajadora y sin horarios para atender a los vecinos. Otros durante muchos años anduvieron por el rural por encima del bien y del mal; ¡es lo que me faltaba por escuchar!", manifestó.