Hace menos de una semana el gobierno lalinense anunciaba que el exdirector de la Banda de Lalín dejaba de tener un vínculo laboral con el Concello. La edil de Cultura, Lara Rodríguez Peña, explicó que el Padroado Cultural optó por el despido objetivo del músico holandés Bram Sniekers después de que el servicio territorial de Inspección Educativa, adscrito a la Consellería de Educación, le comunicase al Concello que está inhabilitado para impartir clase porque no acreditó ningún título medio o superior que le permitiese ejercer la docencia. La concejala recordó que Sniekers fue contratado en 2007 como profesor de trompeta, sin ningún proceso selectivo previo y para cuya plaza se limitó a presentar su curriculum vitae. Ya en 2010 sí hubo un proceso selectivo. Sniekers dejó la batuta de la agrupación en octubre de 2014.

Una vez que Peña cargó contra el anterior gobierno por este asunto, el exalcalde, José Crespo, quiso dar ayer su versión de los acontecimientos. Dijo que el alta del holandés, con el que la banda alcanzó un incuestionable nivel, fue propuesta por la comunidad vinculada al conservatorio. Y precisó que, aunque impartía aulas de trompeta también, su llegada a Lalín estuvo motivada por la necesidad de buscar un director para la banda. Crespo, que cuestionó la labor del gobierno local y de Peña por no haberse "ocupado del tema en serio durante más de un año y medio", apuntó que el exedil y exvicepresidente del patronato Manuel Gómez le había dicho poco antes de las pasadas elecciones municipales: "tenemos que llegar a un acuerdo con Bram, no puede continuar aquí", expuso ayer en una emisora de radio comarcal. Una vez que a Crespo se le trastada que al holandés "se le acabó el ciclo aquí", asegura, trató de buscar alternativas a un contrato que, recordó, no tuvo ningún reparo en su momento de los departamentos municipales de Intervención o Secretaría. "Ellos [en alusión al actual gobierno local] sabían lo que había y, además, al dejar la banda, no tenía justificación moral su contrato". Por eso pregunta a Peña a qué se refiere cuando apunta a una gravedad en las contrataciones. Crespo, que ya lo había avanzado semanas atrás, reiteró que en el pleno del día 1 pedirá la reprobación y la dimisión de la concejala de Cultura por haber usado un coche oficial para acudir a un examen a Pontevedra antes de regresar a un pleno. Lo que más cabreó a los populares es que Peña, lejos de pedir disculpas por este episodio, se reafirmase en su actuación.

Sobre la salida de Bram Sniekers también se pronunció en el día de ayer el edil no adscrito Juan José Cruz. En un comunicado, expone que el PP contrató al holandés como director y profesor de música "y sabrían que no tenía la titulación homologada para España, incluso puede que le faltase hacer un concierto de fin de carrera en su país, que podría ser la razón de ni siquiera tener la titulación holandesa de trompeta". Pregunta si se trató de una salida pactada o prepactada con indemnización, donde los postulados de la exedil Katia Procino no iban en esa dirección. Pero también condena la solución actual. Cree que Sniekers merece una despedida honorífica, pero sostiene que políticamente debe apoyar el despido y exigir que se sigan los cauces legales vigentes. "No debo criticar la contratación del PP, sí, de confirmarse, que impartiese clases en plaza oficial sin titulación, firmara actas o tuviera cargos dentro del conservatorio. Que se defiendan los afectados y asuman responsabilidades las partes con competencias en la materia, caiga quien caiga".

Cruz aduce que es conocido que el profesional se contrató para dirigir a la banda y para eso no precisaría una titulación, además de que su contrato de "profesor de música y agrupaciones" era muy ambiguo. "Aquí tendrán que dar explicaciones los que lo pusieron a trabajar de profesor de trompeta etcétera en el conservatorio, fueron muchos los que consistieron el tema". Cruz va más allá y dice que tiene dudas acerca de una posible readmisión y opina que un pacto de conciliación en vía legal sería, en su momento, un mal menor para todos. Reitera que el alcalde, Rafael Cuiña, le dijo en su despacho a Sniekers: "tú vas a estar aquí hasta que tú quieras, vas a hacer lo que quieras, eres un gran profesional". Cree que el PP está pagando los platos rotos pero la salida del músico no fue la adecuada y no impulsa un acuerdo sin que el caso llegue al juzgado. Y pregunta si Peña, otro edil y el alcalde habrían firmado un contrato similar al de el exdirector para los cursos 2015-2016 y 2016-2017 "a un profesor de inclinaciones políticas más cercanas".