Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Francisco Javier Fernández: "Todo hombre debería hacer una carta sobre el maltrato"

Este nicrariense concurría por primera vez al certamen de cartas, "porque el año pasado se habían presentado algunas amigas mías, y me quedó pena", explica. Su texto, Radiografía da parroquia, apenas tiene puntos, en un intento de transmitir toda la furia y rabia de la joven protagonista, al igual que el Monólogo de Simone de Beauvoir (que carece de comas) o, como el propio Fernández señala, la última parte del Ulises, de James Joyce, en el que se prescinde de la puntuación.

-¿Se inspiró en un caso real?

-En realidad, fue una mezcla de muchas cosas. Estuve dándole vueltas a sobre qué quería escribir, y la idea surgió de golpe. Soy de una parroquia rural de Vigo, y a fuerza de ver noticias sobre malos tratos acabas preguntándote cómo es posible que estas situaciones se mantengan en secreto. Pero también se enfrentas a la disyuntiva por la que pueden pasar los vecinos de una familia con problemas: si mirar hacia otro lado o meterte en cuestiones ajenas. La protagonista es una niña que al final se rebela contra la situación de la familia, porque no quiere que la siguiente generación, la de sus hijos, pase por lo mismo.

-Ya que menciona las generaciones más jóvenes, ¿no resulta preocupante que entre los adolescentes se vean como normales determinados tipos de maltrato sexista?

-En la lucha contra los malos tratos siempre habrá cosas que hacer. Cuando veo ese tipo de estadísticas, se me hace difícil creer los resultados, porque a día de hoy los jóvenes tienen mucha información y, sin embargo, ven como normales determinadas situaciones.

-¿Considera que concursos como el de Lalín, además de hacer partícipe a la sociedad, ayudan en la concienciación?

-Por supuesto. Es más, pienso que lo que está haciendo el concello lalinense debería tener un reflejo a escala provincial o incluso autonómica, porque cuanto más grande sea la administración que lo convoque, mejor. Ahora mismo, estamos inmersos en un mundo audiovisual, en el que ves una noticia y te metes 30 segundos en la piel de la víctima de violencia de género, pero una carta, un escrito sobre este tema, es un ejercicio que todo hombre debería hacer, porque te puede llevar tanto una hora como una semana.

-Asegura que se presentó al certamen porque lo conocía a través de amigas. ¿Les enseñó la carta, para someterla a un primer dictamen antes de enviarla?

-Sí, se la mostré a algunos amigos y a dos de mis amigas les pareció muy dura, muy cruda. Una de ellas envió al certamen una misiva muy buena. Las compartimos entre nosotros y creo que nos quedó muy buena sensación. También he de decir que me hace una ilusión tremenda el haber ganado este concurso, supone un broche muy grande a un año en el que también me impuse en otros certámenes. Pero a veces, y lo digo en relación a la carta de mi amiga, la carta o el texto que gana no es necesariamente el mejor, porque depende incluso de cuestiones como el momento vital que atraviesa cada miembro del jurado.

Compartir el artículo

stats