El festival Lume na Lareira sopló ayer la velas de su primera década. Lo hizo con fuerza, hinchando el pecho con la ayuda de ver nuevamente un Teatro Principal lleno hasta la bandera. Así ha sido edición tras edición. Y ya van diez. Las entradas se agotaron antes de que la sala estradense abriese a media tarde de ayer sus puertas para dejar que el público tomase asiento para disfrutar del calor y el bienestar que promete desde su propio nombre este encuentro.

Una hora antes de que comenzase a sonar la música ya había gente en el teatro deseosa de asegurar una llegada puntual y un buen sitio para disfrutar de las más de dos horas de actuación. La velada estuvo marcada en esta décima edición por un protagonismo especial para el acordeón.

El espectáculo comenzó a las 18.00 horas. Sobre el escenario desfilaron Os Larpeiros de Altamira (Cambre); la escuela del grupo de baile y música tradicional Xirandola (A Bandeira); el profesor de la escuela de acordeones de Poio Juanjo Mariño; Acordeóns de Vila de Cruces; el grupo tradicional popular Catro nun furancho (Pontevedra) -del que también forma parte Juan Ruibal, uno de los grandes impulsores de este encuentro musical-; Felipes, un músico de Valença que toca la concertina; el acordeonista Alfonso Dávila (Vigo) y, como no podía ser de otro modo, el grupo anfitrión, el esperado Lume na Lareira.

En esta décima edición no faltó tampoco el humor. Para conmemorar esta ocasión especial los organizadores diseñaron un sketch humorístico a cargo de los actores Fran Campos, Lola Puente, Chus Sánchez y Gonzalo Valcárcel. En este número Ruibal aportó el toque musical.