El concejal de Bienestar Social de Lalín, Nicolás González Casares, cursó ayer una visita al centro social, en donde la Asociación de Rapaces e Amigos con Necesidades Especiais (Aranes) desarrolla parte de sus actividades, para observar de primera mano "el gran trabajo" que lleva a cabo la entidad creada en 2015 para mejorar la calidad de vida de los niños con diversidad funcional. El colectivo ha visto incrementada este año la aportación municipal hasta los 3.408 euros.

Aranes persigue la profesionalización de una unidad de atención global y continua a sus socios y familias, gracias al trabajo de una profesional en el área de la terapia ocupacional y psicológica, mediante la contratación de una persona que coordina el proyecto con apoyo de un fisioterapeuta. El programa dio comienzo en enero y se desarrolla durante todo el año en el centro social de Lalín, en donde la agrupación dispone de material específico (ordenador, juegos, colchonetas o material didáctico) para llevar a cabo sus actividades.

Casares señala que es "una organización ejemplar que está buscando consolidarse", fin al que, precisamente, se destinan las ayudas a entidades sociales. En la última convocatoria pasaron de 15.000 a 20.000 euros, con el objetivo de llegar a todas las asociaciones que las solicitan. El teniente de alcalde también departió con el presidente de Aranes, Pablo Carrón, para abordar en conjunto nuevos modos de colaboración entre el Concello y el colectivo, con el fin de ampliar la ayuda.