La tormenta del domingo 10 de abril de 2016 dejó huella en la casa consistorial de A Estrada. Aquella tarde un rayo impactó contra la cúpula que corona la torre del edificio, causando cuantiosos rayos en la sede de la administración municipal. A primera hora de la mañana de ayer una grúa desembarcó en la avenida Benito Vigo para, año y medio después, comenzar a borrar la huella de aquella descarga eléctrica. Las obras se emplearán para instalar el nuevo pararrayos, llamado a tratar de evitar que la situación se repita.

La empresa Cubiertas de pizarra Payno se encargará de ejecutar unos trabajos que habrán de quedar concluidos a finales de este mismo mes. El coste de la actuación se aproxima a los 40.000 euros. Este montante deriva de una baja en el Plan de Concellos de la Diputación. El alcalde estradense, José López, recordó ayer el dilatado proceso de tramitación que tuvo que afrontar el Concello para poder reparar "un elemento catalogado tan importante como es el Concello" y los "varios intentos con Patrimonio" previos a la autorización definitiva para poder adjudicar las obras.

El rayo desprendió una lámina de pizarra en la cúpula, entre otros daños estructurales. La reparación exige el empleo de un elevador, dada la altura a la que han de realizarse los trabajos. Es por ello que, teniendo en cuenta el importante coste que ello supone, la actuación se aprovechará para que con esta reparación quede ya instalado el nuevo pararrayos y las nuevas conexiones de toma de tierra.

En paralelo, la empresa realizará trabajos de acondicionamiento del interior de la casa consistorial, por un importe de 8.000 euros. En concreto, estos fondos servirán para hacer frente a los desperfectos sufridos en zonas interiores del consistorio, cuyas paredes de pladur resultaron dañadas por el rayo. Las grietas surgidas por esta causa y el desconchado del falso techo debido a la tormenta serán eliminados en los próximos días.

"Son pequeñas actuaciones que hay que hacer, daños que también provocó aquella tormenta y algunas otras cuestiones de pequeñas obras internas que se acometerán en los próximos días para tener rematada la actuación, espero que a finales de este mes", dijo el regidor local.

El mandatario estradense explicó que las obras fueron acordadas por el Comité de Seguridad de la Salud y con Inspección de Trabajo. Señaló que se acordaron con estos dos órganos, a los que en su día el gobierno dio traslado -según detalló el alcalde- de la "imposibilidad de poder ejecutar las actuaciones hasta que Patrimonio diese el visto bueno".

"Con estas obras se resolverán aquellas cuestiones que preocupaban a los propios funcionarios y la seguridad de los propios empleados públicos", continuó el primer edil, que también quiso referirse ayer a la colocación del nuevo pararrayos en el edificio del Concello, "uno de los pocos que existen en el casco urbano".

El reloj espera

El rayo que se cebó con el consistorio estradense aquel 10 de abril hizo saltar por los aires las dos esferas del reloj que se atesora en esta cúpula, un histórico mecanismo que enmudeció con aquella tormenta. Con todo, la maquinaria sobrevivió. El rayo cayó sobre la torre al filo de las 20.00 horas. Aunque las agujas llegaron a la Praza da Constitución y las esferas de cristal se hicieron añicos, el tiempo se detuvo 20 minutos antes de la ocho, pero de la mañana siguiente. Esto quiere decir que, pese a la sacudida, el reloj continuó impasible, aprovechando la cuerda que todavía tenía hasta varias horas después de la fuerte descarga. Las obras que se emprendieron ayer no se acompañarán de la recuperación del reloj llegado hace más de 30 años desde Roquetas de Mar (Tarragona).

El primer teniente de alcalde, Juan Constenla, explicó que se estudiaron precios y que el Concello recuperará el reloj, aunque se convino la urgencia de reparar previamente la cúpula.

Además de destrozar las esferas del reloj, el rayo afectó al sistema eléctrico que evita que haya que subir a dar cuerda al mecanismo y que permitía que desde lo alto de esta torre se pudiesen escuchar las 17 notas musicales que componen la melodía que emitía el carillón tres veces al día (a las 08.00, las 12.00 y las 20.00 horas).

En otro orden de cosas, las obras de que será objeto en las próximas semanas la casa de todos los estradenses incluyen la colocación de un nuevo sistema de iluminación en los soportales. En esta misma zona del edificio fueron retiradas ya las láminas de metacrilato con el escudo municipal -el anterior al actualmente vigente- y un mapa del territorio estradense. La actuación de mejora se aprovechará para reponer ambos elementos, eso sí, actualizando el emblema al ahora oficial.