Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Yo, a Europa y tú, a América

La emigración de los jóvenes preparados sigue siendo una realidad también en la comarca, el destino es buscado para mejorar idiomas y encontrar mejores ofertas laborales

Juan Calderón, Vanesa Berei y Daniel Riádigos // FARO

A pesar de que algunos políticos apuntan que la recesión económica ya no es tal y que estamos viviendo un repunte de la economía, muchos son los que no coinciden con esto y se ven obligados a emigrar para mejorar sus posibilidades laborales. Este éxodo no para de aumentar, por lo que la supuesta recuperación económica no parece ser un atractivo para los jóvenes con buena formación que hay tanto en España como en la zona. Muchos son los casos que pone en evidencia esta realidad.

Mientras los destinos en el éxodo que hubo en el siglo XX eran Sudamérica y centro Europa, sin duda, si por algo se caracteriza esta etapa es por acudir a un países de habla inglesas, por lo general, con la misión de mejorar idiomas.

Solo en Deza, según el dato facilitado por el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) hay un total de 14.190 personas que están empadronadas en las comarcas y que viven en el extranjero. Sin duda, el caso más significativo es Rodeiro, que aglutina en la diáspora a un total de 2.137 personas, cuando su censo de habitantes dentro de su territorio alcanza las 2.644. Lalín tiene un padrón de residentes fuera de España que llega hasta las 5.619 personas y los ciudadanos locales suman 20.044. Por su parte, en Silleda su PERE suma 3.297 ciudadanos, mientras que en Vila de Cruces llega a los 1.696. Los empadronados en ambos municipios son 8.734 y 5.435 respectivamente. Agolada es el único ayuntamiento que recorta su padrón de vecinos en la diáspora durante la crisis, es decir, hay menos gente empadronada en el Concello y que vive en el extranjero ahora, que antes de la recesión económica. El último dato recoge que hay un total de 804 personas en la diáspora, además de los 2.057 de su padrón municipal. En Dozón su PERE suma 637 ciudadanos y el censo local es de 1.107.

Esta es la realidad de la comarca. En tan solo 10 años, el número de gente empadronada en algún municipio de Deza que ha decidido ir a vivir en el extranjero ha aumentado en más de 5.000 casos. Algo que refleja la situación a la que se ha llegado. Si bien, principalmente los jóvenes, buscan que estas experiencias sean lo más reconfortante posible para poder algún día volver a su tierra con los suyos.

Daniel Reboredo | De Lalín a Irlanda

"Los jóvenes recibimos en Galicia malas condiciones laborales y pocas oportunidades"

El lalinense Daniel Reboredo tiene 24 años y ya lleva uno en Irlanda, concretamente en Cork, la segunda ciudad del país, donde vive con su pareja, también lalinense, Noelia López. Tras terminar INEF buscó las oportunidades que no encontraba en Galicia fuera de España. "Los jóvenes en Galicia recibimos pocas oportunidades y malas condiciones laborales", se sincera Reboredo. Un pensamiento general hoy en día, el lalinense explica por qué eligió Irlanda: "Nos tenemos que marchar para demostrar que somos muy válidos y lo principal era irse a un país donde mejorar el nivel de inglés, por lo que barajamos tanto Reino Unido como Irlanda, pero tras el brexit y su futuro incierto, nos decantamos por este último".

Tras su llegada a Irlanda, luego de muchas entrevistas, comenzó a trabajar en una compañía de café como barista, "sin haber hecho un solo café antes", reconoce. Después de cinco meses se hizo con el puesto de supervisor de la cafetería, encargándose de más tareas que de servir cafés. Ahora acaba de entrar en el campus de Apple a trabajar, también como barista con mejores condiciones laborales. Asimismo, asegura que la experiencia está siendo muy buena, mejorar el inglés y desempeñar un oficio le resulta reconfortante. Planifica volver a Galicia, pero dice que le gusta "vivir el presente".

Marcos Losón | De Lalín a Chile

"Viajé para cursar las prácticas de un máster y ahora trabajo en un centro acuícola"

El amor y la biología llevó a Marcos Losón, natural de la parroquia de lalinense de Filgueira, a vivir en Chile. "Viajé aquí para ver una cultura diferente y cursar las prácticas y el trabajo de fin de máster correspondientes a mis estudios de biología marina", explica, cuando conoció a su actual pareja, nativa. Durante su estancia observó que había muchas ofertas en el mundo acuícola. Tras volver a España y cerrar sus estudios, decidió que volver a Sudamérica era la mejor opción para trabajar en lo que le gustaba. En los primeros meses se dedicó a buscar empresas adecuadas y ahora ya lleva un tiempo trabajando de manera profesional en centro acuícola centrado en el cuidado de salmones.

Reconoce que es la primera vez que vive y trabaja fuera de España y que "fue un paso muy duro para mi decirle a mi familia y amigos que quería venir aquí a trabajar". Por el momento, no ha podido volver a casa desde que marchó, por segunda vez, hace ahora alrededor de siete meses, pero asegura que "tan pronto tenga vacaciones será lo primero que haga". No tiene un plazo para volver a España, apunta que le gustaría dentro de unos años volver si hay una buena oferta laboral, pero actualmente "cuento con estar de manera indefinida en este país".

Daniel Riádigos | De Lalín a Alemania

"Cuando voy veo que la situación es la misma que cuando me fui"

Tres años lleva Daniel Riádigos en Alemania. Después de haber estudiado Enfermería en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), realizó un postgrado en Gerontología Clínica, "no encontré nada que me interesara, las pocas ofertas que venían del Sergas eran contratos de corta duración y las condiciones de la sanidad privada eran bastante lamentables, por eso decidí marchar", explica. Apostó por el país germánico "porque siempre me gustara y aquí hay una gran demanda de profesionales de todos los ámbitos, sin olvidar que el propio estado ofrece cursos de idioma para una buena integración", indica el joven de 28 años.

Actualmente vive en Friburgo, aunque antes vivió en Munich en Constanza. Mientras aprendió el idioma tuvo que trabajar como auxiliar de enfermería y una vez que recibió la validación de su título comenzó ya de enfermero. Desde hace unos meses es el responsable de organizar los planes de cuidados y de rehabilitación de los pacientes, "lo que más me gusta de aquí es la posibilidad de mejorar y adquirir más responsabilidades si uno e esfuerza. En Galicia sería bastante difícil, o requeriría mucho más tiempo obtener un puesto de mayor rango", apunta el lalinense.

Aunque indica que "es triste vivir lejos de la gente que quieres y no poder trabajar en tu país", por el momento no planifica volver a Galicia. "ahí me siento de maravilla pero tengo que reconocer que cuando llevo una semana en casa, echo de menos las cosas aquí en Alemania". Además, considera que "cuando estoy ahí veo que la situación del país es la misma que cuando me marché, no cambió nada, los errores de los que nos gobiernan condenan a mucha gente a emigrar y por necesidad, no por elección".

Cristian Simón | De Lalín a Francia

"El trabajo en la zona era muy escaso y tuve que venir a Francia"

Cristian Simón es el ejemplo del sacrificio de tener que dejar a los suyos para poder trabajar, a pesar de su corta edad. Con tan solo 20 años se ha trasladado a París para trabajar de operador de máquinas en una fábrica de producción de hierro. Este lalinense no acabó el Bachillerato, reconoce que los estudios no le gustaban y que no era lo suyo. Por lo tanto tenía que introducirse en el mundo laboral, en un momento en el que la situación no es nada propicia para los jóvenes, tengan preparación o no. Aunque en la actualidad, a diferencia de la emigración española en el siglo XX, la sobre preparación de los emigrantes es algo general, también existen casos como el de este joven que su formación se labra a base de trabajo.

Indica que como en la zona hay muy poco trabajo y por encima "muy mal pagado", decidió irse a a la capital francesa, donde lleva ya un año trabajando. Asegura que "la experiencia está siendo muy buena, me sirve para aprender nuevos idiomas y culturas diferentes, gracias a las personas con las que trabajo". Aunque no es todo sencillo, "tengo que reconocer que al principio me costó mucho estar lejos de casa". Por esa misma razón y gracias a las conexiones de transporte, intenta venir todos los meses a Galicia, "y cuando llego siempre estoy muy feliz, al reencontrarme con mis amigos y toda la gente que quiero". Sin duda, como ocurre en la mayor parte de los casos, lo más duro es la vuelta a Francia. Tener que dejar nuevamente a los que más quieres sigue siendo difícil aunque estés a dos horas en avión. Apunta que su intención es volver. "Quiero tener mi futuro cerca de casa y de los mío

Vanessa Benrei | De A Bandeira a Inglaterra

"Ya he vivido en Holanda, Irlanda, Australia y ahora sigo mejorando el inglés en Inglaterra"

Vanessa Benrei, de A Bandeira, se declara una adicta "a viajar y a vivir experiencias". Todos los veranos se traslada al extranjero para trabajar. "Hace ya cinco año que empecé a viajar, me fui a vivir un año en Irlanda, después estuve seis meses en Holanda y justo antes de venir a Londres estuve siete meses en Australia, a este último espero volver pronto", indica. Sostiene que comenzó a vivir fuera de España para seguir mejorando el inglés.

En su última parada, Londres, donde lleva varios meses viviendo, aunque está a punto de volver a Galicia para continuar sus estudios. Tras cursar Producción Audiovisual ahora va a seguir con Realización.

En Londres trabaja en un restaurante, "la verdad es que fue muy fácil encontrar trabajo, Londres tiene mucha oferta sobretodo en hostelería", apunta esta silledense. Asegura que le encanta la ciudad porque "es una ciudad viva, con mucha variedad de culturas, llena de historia de la que puedes aprender mucho. Estoy conociendo a mucha gente y encontrándome con viejos amigos de Galicia que ya llevan tiempo viviendo aquí". Dice que lo que más echa de menos son los paisajes y la naturaleza, además de, como no, la comida. Pero aún así indica que "estoy disfrutando bastante de esta experiencia además fue muy fácil encontrar trabajo, lo que me ayudó a instalarme".

Juan Calderón | De Silleda a Estados Unidos

"Es esencial adquirir experiencia laboral e investigadora en el extranjero"

Doctor en Física por la Univesidad de las Islas Baleares y con máster en Matemáticas Avanzadas por la Universidad de Cambridge, con tan solo 29 años el silledense Juan Calderón está ahora trabajando en el Centro de Astrofísica Relativista del Instituto Tecnológico de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos.

Calderón considera "esencial adquirir experiencia laboral e investigadora en el extranjero, conociendo como se trabaja en distintos países. En particular, el silledense estaba muy interesado en adquirir experiencia en Estados Unidos, "cuya cultura de trabajo difiere mucho de la nuestra", indica.

Lleva año y medio y considera que está siendo una experiencia "extremadamente enriquecedora. El nivel de independencia y competitividad que estoy adquiriendo dista años luz del que tenía cuando llegué". No es la primera vez vive fuera, estuvo un año en el Reino Unido, además estuvo durante unos meses en Gales y Alemania. Los "peros" de su actual experiencia son "la comida y el casi nulo transporte público, algo a lo que te tienes que acostumbrar", dice.

Por ahora, no se plantea "muy en serio" volver a Galicia, pero reconoce que siempre es una posibilidad. Suele volver en Navidades o cuando tiene alguna conferencia por Europa. La comida, la familia y los amigos es lo que más echa de menos.

Compartir el artículo

stats