Bajo el título El medio, el miedo y los medios, el naturalista y documentalita madrileño Luis Miguel Domínguez, expondrá el viernes a las 21.00 horas en la I Xornadas Natureza Activa del Concello de Lalín, su particular visión de la relación actual entre la sociedad y el medio ambiente, de la que mucho tiene que ver los medios de comunicación.
-¿Qué nos pretende acercar con esta charla?
-El coloquio va a girar en torno a ese trabalenguas, El medio, el miedo y los medios. En medio de todo eso estamos nosotros. Viene a analizar cuál es el papel de la naturaleza en nuestras vidas y cual es el papel de nuestras vidas en el entorno natural y qué papel cumplen los medios de comunicación en todo eso. Somos la sociedad de la información, pero esta información referida a la naturaleza se sigue manejando con los mismo mimbres que en el siglo XIX. Vamos a hablar, por ejemplo, de por qué se trata a los incendios forestales como sucesos, cuando son auténticos dramas que debieran ser declarados días de luto natural. Por qué siempre es el suceso el que prevalece por encima del hecho. Y yo creo que es porque todavía la naturaleza no forma parte de nuestra forma de ruta ni individual, ni como sociedad. Analizar qué papel están cumpliendo los medios de comunicación en la defensa de la madre naturaleza y yo soy bastante crítico con ese papel.
-¿Qué opinión le merece el seguimiento de los medios a la ola de incendios en Galicia?
- Sigo pensando que hay gran parte de la sociedad que considera que un incendio forestal es más importante cuando hay vidas humanas en juego, que cuando "solamente" hay pura naturaleza. Y creo que eso es un error, eso es una visión egocéntrica del hecho. Es verdad que una vida humana es muy importante, es verdad que una ciudad como Vigo sitiada es una cosa muy seria, pero si esos incendios estuvieran devorando tesoros de nuestro patrimonio natural gallego de forma irreversible, para mi tendrían el mismo poder destructivo. Esta secuencia de incendios forestales ha sido muy llamativa informativamente hablando pero no por eso muy certera.
- Los incendios formarán parte del coloquio, pero también lo hará el lobo. Sabe usted que ésta es, en mayor o en menor medida, una zona castigada por ataques de este depredador y con gran detractores.
-El propio contexto en el que debemos movernos para saber si una cuestión es de verdad noticia es ese mayor o menor medida. Sabemos que Galicia sin lobos no es. Es imposible imaginar una Galicia sin "o lobo". ¿Qué hay que hacer en esta cuestión? Desde mi punto de vista, conservar es nuestra obligación y proteger de verdad este patrimonio natural único. El lobo tiene un valor por ser muy escaso, y no debemos anteponer eso a intereses humanos, que evidentemente tienen todo el derecho, pero que tienen también que demostrar hasta que punto el lobo les afecta. Sin negar que el lobo le afecta a la mayoría, he de decir que ese grado de afectación, desde el punto de vista del rigor científico, nos habla en todos los casos de menos de un 0,7%, es decir no llega ni al 1% de los problemas que pueda tener el ganadero. Yo creo que con esto no podemos hipotecar el sueño de un lobo protegido por ley por una cosas que es menos de 1%. Galicia no se puede permitir el lujo de perder al lobo ibérico de sus montes.
-Usted qué solución le plantearía a un ganadero de Rodeiro que ha visto como el lobo le ha atacado su ganadería en cuatro ocasiones.
- Más que solución le daría valor a su trabajo porque está haciendo un servicio a la naturaleza de todos. Y so se llama contrato territorial, es decir, en vez de pagar una indemnización que llega tarde, mal y nunca, lo que yo haría como Estado y como Xunta, es firmar un contrato territorial con ese ganadero, de manera que a primero de enero esa persona ha recibido un dinero por el hecho de habitar en tierra de lobos y luego, me ataque el lobo o no me ataque, voy a sentir que ese animal es mi aliado. Esta fórmula del contrato territorial que es la que defiende Lobo Marley, si echamos cuentas, ahorra dinero al tema de las indemnizaciones. Se trata de poner en valor el trabajo de los ganaderos y el entorno de una especie, única en Europa y además con interés comunitario. Un filete de rubia gallega debería valer más por el hecho de estar siendo criada en tierra de lobos.
