Desde el curso 2013-2014 y hasta el que acaba de empezar, la Consellería de Educación eliminó 24 plazas de maestros y 13 unidades en los colegios públicos de la comarca dezana, así como en los municipios de A Estrada y Forcarei. El sindicato independiente ANPE apunta en un informe que este recorte tanto de docentes como de organización de alumnos supone un ahorro, en los últimos cinco años, de 3.115.000 euros en nóminas, teniendo en cuenta que el salario medio anual es de 35.000 euros.

En el presente curso, tal y como se publicó ya en julio, el departamento que encabeza el lalinense Román Rodríguez decidió reajustar tres centros educativos de la zona. Así, el CPI de Rodeiro funciona con una unidad menos, de modo que al suprimir ésta también se eliminaron dos puestos de trabajo. Sin salir de Deza, en el CEIP de Agolada se prescindió de una unidad y de un docente, las mismas cifras que afectaron al CEIP Pérez Viondi, en A Estrada.

Desde ANPE se indica que Educación apela a la continua pérdida de matriculados para acometer esos reajustes. El más grave del último lustro se produjo, precisamente, en el arranque del curso 2013-2014: en ese año, la zona perdió 12 docentes, tras eliminarse seis unidades. Entre los colegios afectados ya se encontraban el CEIP de Agolada (cedió una unidad y dos maestros) y el Pérez Viondi (dos unidades y cuatro docentes). A ellos se sumarían los recortes en el Nosa Señora da Piedade, de Vila de Cruces; en el Pío Cabanillas, de Dozón, y en el de O Foxo, de A Estrada. En cada uno de los tres casos, se eliminó una unidad así como dos docentes.

Los recortes continuaron durante los tres cursos siguientes: en el 2014-2015 los CEIP y CPI de la zona perdieron dos unidades y cuatro profesores, mientras que en el periodo 2015-2016 se quedarían sin una unidad y un docente. Finalmente, en 2016-2017 el recorte supuso prescindir de dos unidades y tres profesores.

Desde ANPE se recuerda que las unidades en que se organizan los colegios no tienen por qué corresponderse con los niveles educativos. Cada unidad tiene un número determinado de docentes. Así, por ejemplo, si en Infantil hay tres unidades (que corresponden a niños de tres, cuatro y cinco años) y cuatro docentes, si se baja a dos unidades (al agrupar a niños de tres y cuatro, por poner un caso), el número de docentes se rebaja a dos, ya que suele pasar que al eliminar una unidad se supriman dos profesores.

Es una práctica muy común en áreas rurales y, según ANPE, contraproducente. Este sindicato apunta que lo ideal sería aprovechar el descenso demográfico para aumentar los recursos humanos en la enseñanza y materializar medidas como unidades con ratios menores de alumnos, desdobles o mejoras en la atención a la diversidad. Estas opciones servirían para contrarrestar el declive del mundo rural y, de paso, hacer más atractivos estos centros de cara a captar alumnos de otros colegios de áreas urbanas, al disponer de más recursos.

ANPE solicita la dimisión del jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, y lo hace no solo por este recorte progresivo en los centros educativos públicos de las comarcas y del resto de la provincia, sino también porque la variación "fue mínima" en el caso de los colegios privados. A escala provincial, en este tipo de centros en los últimos cinco cursos no solo no se redujeron unidades en Infantil o Primaria, sino que se ampliaron en tres nuevas.