En torno a dos centenares de personas secundaron ayer la concentración de repulsa contra los incendios de estos días que pusieron en vilo a cientos de miles de gallegos, en una espiral de fuegos de la que tampoco se salvó el territorio de las comarcas. Promovida por los colectivos O Naranxo, Salvemos Catasós y Tarabela, el espacio situado delante de la estatua de Loriga fue el lugar elegido para una convocatoria en la que se leyeron dos comunicados, en los que se descargó en el gobierno gallego gran parte de la responsabilidad de la lacra incendiaria no se detenga.

Antón Blanco, miembro de Salvemos Catasós, fue el encargado de dar lectura a un primer comunicado que arrancó con muestras de duelo con las cuatro personas fallecidas a consecuencia de los incendios en Galicia del domingo. En el manifiesto se responsabilizó a la Xunta y al PP de abandonar el rural y no aplicar una política forestal preventiva para minimizar las incidencias. Se enfatizó en la permisividad en las plantaciones de eucaliptos o en los intereses empresariales. Tras denunciar la ocultación de información por parte de la Xunta, refutaron la tesis de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, sobre la relación entre los fuegos del norte de Portugal y los originados en Galicia. En la lectura del comunicado, interrumpido por gritos de "lumes nunca máis", se censuró que los dirigentes de la Xunta aludan al terrorismo incendiario y no se asuman responsabilidades. En su intervención, Blanco citó la falta de transparencia y de información "del gobierno del PP" en relación por ejemplo a la difusión de circulares sobre las rutas por las que se podía o no circular. Y puso de relevo, frente a la improvisación del ejecutivo autonómico, la organización del pueblo gallego frente a la adversidad.

Tras exigir la dimisión de Feijóo, se dio lectura a un manifiesto del Coletivo en Defensa do Monte Galego. En el mismo se expuso la "incompetencia de la Xunta" ante una situación en la que se valoró el trabajo de los brigadistas, además de enfatizar que Galicia no puede permitir que sus montes ardan. El texto incluye propuestas, proclamadas anoche en Lalín, como la creación de un consejo forestal gallego o un plan de gestión del monte mediante consenso político. Que los equipo estén bajo el control único de la Consellería de Medio Rural, planes de recuperación de las áreas afectadas por los fuegos o el reconocimiento de la figura del bombero forestal. Por último se pidió la dimisión de la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, y del secretario xeral de Montes. Al acto público acudió el alcalde accidental, Nicolás González Casares, y varios ediles del gobierno.

Por otro lado, el vestíbulo del consistorio acogió por la mañana una concentración promovida por el Concello a la que acudió el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, miembros del gobierno y del PP. Casares dio lectura a una declaración institucional en la que se hizo hincapié en el la pérdida de vidas que provocaron los incendios. Se agradeció el trabajo de los servicios de extinción, citando asimismo los incidentes que hubo en Lalín y Silleda y de otros puntos de la comarca en la que hubo vecinos que tuvieron que pasar la noche fuera de sus casas por los incendios. "Los incendiarios, que con una actitud miserable e incomprensible intentan propagar la desolación por nuestro territorio". También se reflexionó de la necesidad de las administraciones públicas de poner en práctica herramientas de gestión del monte basadas en medidas contra la proliferación del eucalipto.

Por otro lado, el edil no adscrito de Lalín Juan José Cruz pide un plan municipal para almacenar aguas en todas las parroquias o que el Concello vuelva a contratar personal para retenes, además d hacer cumplir a los vecinos la obligatoriedad de limpiar sus fincas. E instar a la Xunta a la profesionalización de los servicios contraincendios y a hacer programas pedagógicos en las escuelas.