El alcalde de A Estrada, José López Campos, aclaró ayer que Inspección de Trabajo no realizó ninguna revisión física en el concello para comprobar las condiciones laborales de los trabajadores ante la deficiencias en el sistema del pararrayos, dañado por una tormenta el año pasado. Explica que únicamente fue el director de Régimen Interno, Enrique Prieto, quien acudió a la sede de la citada autoridad laboral en Vigo tras ser citada la administración local a raíz del escrito presentado por los sindicatos de los trabajadores ante la preocupación suscitada tras una nueva tormenta el pasado verano.

En la reunión con la inspectora, el Concello presentó la documentación pertinente para que pudiese comprobar que el proyecto de reposición de la cúpula y del pararrayos está en marcha, tras recibir la autorización de Patrimonio. Le informó también, entonces, de que estaba a la espera de recibir la aprobación por parte de la Diputación de una baja de 40.000 euros de un plan de 2015 para financiar las obras, resolución que llegó hace quince días. El alcalde asegura que "no es cierto que exista una amenaza de cierre del centro de trabajo como dice el PSOE". Según afirma, la propia inspectora le informó de la posibilidad de pedir una prórroga, "sin problema", si la reposición del pararrayos no podía completarse en ese plazo. "Inspección de Trabajo entiende que el Concello estuvo haciendo lo necesrio para intentar resolver esta cuestión", afirma. Por ello, acusa a los socialistas de "sensacionalismo" y de "tener ganas de buscar un titular", dice.

Con la autorización de Patrimonio en la mano, Intervención tendrá ahora que "auditar el crédito de 40.000 euros" para poder iniciar el proceso de contratación de la obra. Al tratarse de un contrato menor, el regidor estima que "en quince días estará todo adjudicado". Por su prate, la concesión de la baja, obliga a tener la obra concluida el 30 de noviembre. La actuación consistirá en la reposición de la cúpula, en la reparación del pararrayos y en el arreglo de pequeños desperfectos causados por la tormenta de abril del año pasado en algunos despachos y dependencias de la casa consistorial, donde se produjeron grietas y cayó algún falso techo, entre otros daños. Para estas últimas intervenciones hay reservada una partida de 10.000 euros.

Una vez acometidas estas reparaciones, se planteará la reposición del rejol de la fachada, también dañado por el rayo caído. Una empresa lucense presupuestó en 7.890 euros más IVA los trabajos necesarios para ponerlo el funcionamientoy en 9.000 euros más IVA los precisos para recuperar la sonería.