Una "oportunidad histórica" o una "hipoteca" para el futuro económico de A Estrada. Son las dos visiones, contrapuestas, que gobierno y oposición defendieron en el pleno ordinario celebrado ayer en el que se debatió la aprobación del expediente y del proyecto definitivo de expropiación de los terrenos y bienes para la ampliación de los jardines municipales. El alcalde, José López Campos, pidió que las votaciones fuesen nominativas. Los ediles del PSOE presentes -faltaba Silvia Neira- se abstuvieron, y tanto la concejala de Móvete, Mar Blanco, como el edil del BNG, Xosé Magariños, votaron en contra, por lo que los únicos "sí" llegaron desde las filas del gobierno.

La portavoz del PSOE, Belén Louzao, mostró su preocupación por las "incertidumbres" que acarrea el proyecto de ampliación de la alameda, puesto que, a día de hoy, según apuntó, el gobierno aún no ha explicado qué intervención contempla para la zona. "No estamos dispuestos a firmar un cheque en blanco; preséntenos proyectos y propuestas", dijo al regidor, antes de reiterar que la operación "hipoteca al Concello de A Estrada". Y, en este sentido, señaló que "es una temeridad", puesto que el Concello estima que los terrenos valen 1,8 millones "y los propietarios los valoran en 7 millones", precisó antes de preguntarse en qué situación quedarán las arcas municipales si los afectados acuden al justiprecio. "¿Qué dejaremos de hacer si cae esa hipoteca? (...) Es el momento de atender las necesidades de los vecinos, de prestar servicios", defendió la socialista.

La concejala de Móvete coincidió en señalar que "no es el momento de hacer este gasto", de priorizar la ampliación de la alameda frente a servicios como la residencia, el centro de día, el saneamiento o el abastecimiento en el rural. A su juicio supone "una irresponsabilidad" por parte del gobierno. "No es el momento de hipotecar las arcas municipales más de lo que están" con un "proyecto faraónico", añadió, antes de pedir que se abra una consulta y votación popular para definir el uso que se dará al nuevo espacio.

"Es un proyecto que tiene más incertezas que certezas", argumentó el portavoz del BNG, quien lamentó que se desconozca "cuánto van a costar las expropiaciones", qué inversión requerirá el nuevo proyecto y "a qué vamos a tener que renunciar" para llevarlo a cabo.

Por parte del gobierno, el concejal Alberto Blanco defendió que la valoración de los terrenos "no es del PP" sino que está hecha por técnicos, que se trata de "una cuestión de oportunidad" y que "la decisión fue acertada". También el alcalde señaló que el de ayer fue "un día histórico para los estradenses, "por incorporar al patrimonio una pieza de valor incalculable". Recordó que el proyecto de expropiación no recibió ninguna alegación en su fase de exposición pública más que las de los cuatro propietarios afectados. Y a este respecto dio un dato, señalando que los técnicos valoraron el arbolado en unos 6.000 euros, frente a los 240.000 estimados por los dueños.

López explicó que el proyecto futuro para la alameda está pendiente de definir. "Es imposible que tengamos un proyecto antes de tener los terrenos expropiados", argumentó. "Cumplimos el programa electoral, con los vecinos y con la palabra dada", dijo. El alcalde señaló también que "el gobierno tiene un plan, una estrategia clara", antes de lamentar que la oposición "nunca estuvo a la altura ni lo está ahora".