Al contrario de lo que se cree, y también a diferencia de lo que estaba ocurriendo en los últimos años, las sociedades cinegéticas de la comarca están viviendo cierto resurgir. El cambio de directiva o de gestión provoca que, por ejemplo, en el colectivo lalinense vuelvan a darse de alta antiguos miembros y que se ronde ya el medio millar de socios. En Silleda son 270 integrantes de número, pero con los miembros de otras localidades se rebasan de forma holgada los 300. Pero a nivel proporcional, el incremento más notable se da en la Sociedade de Caza de Dozón: José Rodríguez, cuando se puso al frente del colectivo, contaba con 57 compañeros. Ahora, dos años después y en el ecuador de su mandato, la cifra supera los 80. En el concello vecino de Rodeiro, la sociedad cinegética que preside Rubén Quintá suma en torno a 250 miembros. Podrían ser más, pero los estatutos no permiten el ingreso de deportistas que no residan en el Concello. Y es una pena, porque hay cazadores hasta de Vigo interesados en integrarse.
