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Dezanos sobresalientes (LVIII)

Los Ojea de Riobó

Uno de los personajes de mayor relevancia de la casa de Riobó y de la historia de la tierra de Camba y Rodeiro fue don Gregorio Ojea y Ulloa, Caballero de la Orden de Santiago

Los Ojea de Riobó

La casa y el linaje hidalgo de los Ojea se estableció en San Miguel de Riobó al amparo de la fortaleza-castillo medieval de Rodeiro. El primer miembro de esta familia que aparece en Rodeiro es Gil Ojea,que fue teniente juez de Camba, casado con Violante Vázquez; al matrimonio le hizo foro el Arzobispo de Santiago del lugar situado en el corral de la fortaleza de Rodeiro. De este matrimonio nació Gonzalo Ojea de Cervela, que casó con Inés Pérez de Ulloa; su hijo Pedro Ojea de Ulloa, en 1609 aparece como capitán y vecino de San Vicente de Rodeiro y en 1615 como vecino de San Miguel de Riobó, jurisdicción de Camba y Rodeiro, Obispado de Lugo en el Reino de Galicia; se casa con Isabel Taboada, natural del lugar y casa de Santa Mariña de Castro, jurisdicción de Amarante, en dicho obispado de Lugo, hija de Gómez Vázquez y de Isabel Taboada.

Del matrimonio quedó por heredero el Capitán y Teniente Alcaide del castillo-fortaleza de Rodeiro Pedro Ojea de Ulloa Taboada, señor de la casa de Riobó; sirvió al Rey durante todo el tiempo que duró la Guerra de Restauración con Portugal, en la que mostró mucho valor y celo al servicio de su Majestad; casó con Isabel de Ulloa Ribadeneira, natural del lugar y casa de Quintela, feligresía de San Salvador de Asma (Chantada, Lugo), hija de Benito Enríquez y María de Ulloa, natural de Rolle, feligresía y jurisdicción de Santo Tomé de Merlán (Chantada), en el obispado de Lugo. El matrimonio fundó el vínculo y mayorazgo de la casa de Riobó y el primero que lo poseyó fue su hijo primogénito Gregorio Ojea y Ulloa y, a su muerte sin descendencia, su hermano Pedro Tomás de Ojea y Ulloa. Otro hijo ilustre de este matrimonio fue Gregorio Benito, colegial de Fonseca y canónigo de la Iglesia de Santiago.

Gregorio Ojea y Ulloa fue uno de los personajes de mayor relevancia de la casa de Riobó y de la historia de la tierra de Camba y Rodeiro. Dueño de la Casa de Riobó y de la jurisdicción de las Balias de Bastaulfe y cotos a ella agregados. Se graduó en la Universidad de Santiago y fue canónigo deán de la iglesia de Lugo y Caballero de la Orden de Santiago. Ejerció importantes cargos, como el de Secretario de Cámara de Su Majestad y de su Real Consejo y de la Suprema Inquisición de Madrid. El 4 de julio de 1697 el arzobispo de Santiago Frei Antonio de Monroy, ante el escribano Antonio de Caamañó, le hizo foro de la casa y jurisdicción de Riobó, que " confinaba por la parte del norte con el camino que viene del Pontillón del río Arnego y pasa hasta el Outeiro y de él prosigue por la parte de levante por el camino que va a la feligresía de San Esteban de Carboentes y por la parte de vendaval demarca con los montes de dicha feligresía de Carboentes, bajando a dicho río Arnego y desde allí por el poniente pasa por la presa que viene al sitio de la Bárga y Batán viejo y remata en dicho Pontillón".

Gregorio Ulloa falleció sin sucesión y los mayorazgos pasaron a su hermano Pedro Tomás Ojea Ulloa, también Caballero de Santiago que añadió el dominio del pazo de Santa Mariña do Castro y fue el primer Conde de la Torre Pénela, concedido por Carlos II, el 31 de octubre de 1689, casado en primeras nupcias con Luisa Antonia de Ayala y Rojas y en segundas con María Teresa de Noboa y Taboada, falleció el 10 de abril de 1710 y está enterrado con su mujer en la capilla panteón de la Iglesia de Santa Mariña de Castro de Amarante.

Todos los ascendientes del apellido Ojea fueron hijosdalgo notorios de sangre, del mayor lustre conocido y antigua calidad en toda la provincia de Lugo, según fuero y costumbre de España y no de privilegio, lo cual era público y notorio y así estaban puestos con exenciones y franquicias en los padrones del Servicio Real de dicha feligresía de Riobó y Jurisdicción de Camba y Rodeiro que se hacían desde antiguo; aparecían inscritos en un oficio del escribano numerario insolidum Pedro Rodríguez Araujo de la Jurisdicción de Camba, el cual heredó las notas de sus antepasados y dichos padrones alcanzaban hasta el año 1650.

Los Ojea estaban emparentados con los caballeros y casas más antiguas y eran dueños de la casa grande de Riobó, sita en dicha feligresía, era tenida por solar de los Ojea y no había otra más antigua en el reino y los dueños de ella nunca contribuyeron en los tributos que pagaban los hombres llanos y se sabe por los padrones que se hacían antiguamente y se les tenía por nobles. Tenían parientes muy allegados que pertenecían al hábito de Santiago como eran: Benito Enríquez de Ulloa, dueño de la casa de Quintela, Alonso de Ulloa Rivadeneira, Rodrigo Falcón y Gómez Ojea y Ulloa, colegial de Fonseca en la Universidad de Santiago, y muchos otros parientes ilustres.

Ningún miembro de la familia Ojea fue penitenciado ni castigado por el Santo Oficio de la Inquisición en cadalso ni fuera de él, en público ni en secreto y eran todos muy católicos y devotos y daban buen ejemplo. Estaban limpios y libres de toda mezcla de moro, judío y converso en ningún grado por remoto y apartado que fuese. No tuvieron oficio, ni trabajo mecánico, sino que se sustentaban de las rentas y granjeos de viñas, tierras y ganados que tenían y que eran muy copiosos.

En la iglesia parroquial de San Miguel de Riobó, los Ojea tenían dentro de la capilla mayor asientos reservados y tarima para las mujeres e hijos al lado del evangelio y sepulturas con escudos de armas de sus apellidos Ojea y Ulloa. Sepulturas de las que tenemos referencias por la descripción que se hace de ellas en las pruebas a Caballero de Santiago de Gregorio Ojea Ulloa y que se conservan en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, Exp. 5858.

Según este documento, los asientos estaban situados al lado de la epístola, al lado del evangelio estaba la tarima para las mujeres y en medio las sepulturas. La primera sepultura al lado de la epístola junto a los asientos, tenía un escudo de armas que contenía en el pecho de un anguila cinco medias lunas con cinco estrellas, que eran las armas de los Ojeas y con un rotulo que decía: " aquí yace Gil Ojea, falleció el año de 1545", y le seguía otra sepultura con un escudo dividido en tres cuarteles, en el primero una mano derecha, las armas de los Ojea, el segundo tenía veintiuna barras, que eran las armas de los Ulloa, y en el otro cuartel, un león y una sirena, que son las armas de los Cervela, y tenía un letrero por cabeza y a los pies que decía: " sepultura de Gonzalo Ojea de Cervela e Inés Pérez de Ulloa su mujer, falleció el año de 1588". La tercera sepultura al lado del evangelio, tenía otro escudo de tres cuarteles, el primero con las armas dichas de los Ojea, el segundo tres barras y ocho calderos, que son las armas de los Taboada, el tercero, cinco cabezas de lobos, que son las armas de los Mosquera, y una inscripción que decía: " sepultura de Don Pedro Ojea de Ulloa y de Doña Isabel Taboada su mujer, falleció el año 1633". En la Iglesia actual no se conservan estas sepulturas, ya que han desaparecido, se desconoce la causa.

De la casa familiar de Riobó en la actualidad no se conserva prácticamente nada, ya que sus piedras fueron trasladadas al pazo de Cartelos (Carballedo, Lugo) a mediados del siglo XX. Por el documento citado anteriormente, sabemos que la casa de Riobó fue origen y solar del apellido Ojea y tenía escudos de armas y otras preeminencias de su dueño, el capitán Pedro Ojea y Ulloa, y era del tenor siguiente: " la casa tenía a la entrada un patrio cercado y una portada antigua muy levantada y fuerte, coronada de almenas y casi en frente a la casa una escalera de piedra labrada de dieciséis pasos, muy anchurosa y al lado derecho dos escudos de armas con las mismas armas que van referidas en las sepulturas de la iglesia, mas garbosas y antiguas y no tenían ningún letrero y los dos escudos tenían añadidas las armas de los Vázquez que es un castillo, a un lado el sol y a otro la luna; luego se entraba a una torre muy fuerte y vivienda que era el segundo suelo y tenía otro alto y por la parte del norte dos escudos cerca de las dos esquinas de la torre que era toda de piedra labrada, uno era de los Taboada que eran tres barras y ocho calderos y el otro de los Mosquera que eran cinco cabezas de lobo, todos habían provenido de casamientos con familias con las que fue emparentando la casa. Saliendo de la torre hay una casa contigua a ella para la familia y luego alrededor después de la muralla que la une, caballerizas y vivienda de criados y arrimado a esta casa un arco de cantería por donde se entraba que tiene un escudo de armas que se divisaba con dificultad por su antigüedad, aunque reparando bien parecía de los Ojea y acabada de subir la escalera principal que hemos dicho había un corredor muy capaz que estaba al oriente y alrededor una presa con muy copiosa agua y huerta de muchos frutos de diferente genero que la regaba un río y toda la casa estaba en un valle muy ameno y por la parte occidental había muchos sotos de castaños y robles y de la otra parte del río una dehesa grande de muchas maderas de diferentes géneros, bosque frío propio y por la orilla de dicho río muchos prados y heredades, todo lo referido denota mucha antigüedad y nobleza". De esta casa solar de los Ojea en San Miguel de Riobó solamente se conservan dos escudos, colocados sobre la puerta de entrada a una casa que se construyó en 1937.

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