La Sociedade Deportiva Río Ulla de A Estrada, en colaboración con la Consellería de Medio Ambiente, realizó en la mañana de ayer una laboriosa operación de captura de truchas reproductoras en el vedado del Liñares -aguas abajo de la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) de Aguións- y de traslado y suelta de estos ejemplares en aguas del coto de Rubín, en el río Curantes.
Se trata de una operación que no se efectuaba desde hacía una década y que busca lograr una mejora genética de la población de trucha existente en un tramo del Curantes -afluente del Liñares- marcado por la existencia de dos "fervenzas" sitas en las inmediaciones del castro de Callobre que impiden que las truchas remonten el río y, por tanto, se produzca la necesaria mezcla genética con la consiguiente pérdida de la calidad genética autóctona de las truchas de este río.
Según el vicepresidente de Río Ulla delegado de Pesca, Miguel Sande, se realizó una pesca eléctrica en el vedado del Liñares. Un agente y dos vigilantes de la Xunta así como el guarda de Río Ulla, Ramiro Aller, extrajeron truchas de hasta 40 centímetros del Liñares y las transportaron hasta el Curantes soltándolas en 6 puntos distintos del coto de Rubín. Optaron por puntos donde se pudieran dispersar para protegerlas.
Se optó por introducir estas truchas en lugar de alevines de trucha foráneos al entender que su adaptación al Curantes será mucho mejor dado que, al fin y al cabo, las aguas del Curantes también son las que las bañaban hasta ahora al desembocar en el Liñares.