Los datos del paro que dejó el pasado mes de agosto en las comarcas no fueron especialmente positivos, una vez que solo una docena de personas dejaron de figurar como demandantes con respecto a julio. El impacto que la campaña estival tiene sobre el empleo en la zona es menos relevante que en las zonas de costa, donde el turismo sí ejerce como un motor de la economía. Si el desempleo apenas varió, peores son los datos que nos deja agosto en cuanto al número de trabajadores activos en comparación con el mes anterior. Deza y Tabeirós-Montes pierde 180 cotizantes y marca en el segundo mes por excelencia del estío un total de 19.346 cotizantes, mientras que cuatro semanas antes había 19.526.

En un mes Lalín perdió exactamente 36 activos, justo el doble que A Estrada para dejar ahora un balance de 6.742 y 5.192 cotizantes respectivamente. La caída más acusada se da en Silleda, donde 80 trabajadores dejaron de aportar a la Seguridad Social y conservó 3.138, mientras que en Vila de Cruces (1.455) son seis menos y cinco en Agolada, que se coloca con 561 personas trabajando. Rodeiro (929) fue capaz de aumentar en cuatro su registro de afiliaciones, uno sumó Dozón (357) y Cerdedo calcó en agosto los resultados del mes pasado, con 202. Los 912 de Forcarei representan 40 menos y este municipio es, en términos porcentuales, donde más empleo se destruyó en las comarcas. El descenso de afiliaciones en el último mes en las dos comarcas es común en los principales grupos de cotización una vez que los autónomos pasan de 7.804 a 7.775 y en el régimen general hay un centenar menos. En cambio, el en el régimen agrario la cifra sube de 255 a 269.

Si dejamos lo que ha acontecido en el último mes y observamos los datos con una perspectiva anual, la situación es distinta, aunque no para la totalidad de los municipios de las comarcas. Los datos hechos públicos ayer por el ministerio corroboran, salvo algunas excepciones, una tendencia más o menos clara: las villas de mayor tamaño de la zona son las que más tiran por la creación de empleo, tanto en términos absolutos como relativos. En agosto el registro de afiliación a la Seguridad Social en las comarcas aumentó con respecto al mismo mes de 2016 en un total de 274 trabajadores. A Estrada es el concello que muestra una mejoría más evidente al incrementar sus cotizantes en hasta 246 casos, mientras que en Lalín este censo creció en 173 personas. Por el contrario, en Silleda hay 74 vecinos menos trabajando y en Vila de Cruces el descenso de afiliaciones fue de 25 casos. Rodeiro es el tercer municipio con un balance favorable al incrementar durante el último año en 25 su número de activos. Si seguimos con los territorios que ceden trabajadores durante el último año, además de Silleda, ahí están el resto de concellos de la zona. En Agolada son una decena menos y seis en Dozón. Forcarei, que en el dato intermensual era el peor parado, su comparativa anual arroja una pérdida de ocho cotizantes. Cerdedo es el segundo, porcentualmente, que más cede al dejar 47 ciudadanos el mercado laboral.

Si seguimos analizando el balance anual, aunque esta vez viendo lo que ha ocurrido en el conjunto de los ayuntamientos de la provincia, podemos señalar que A Estrada y Lalín están dentro de los 15 donde más crece la inserción laboral. Solo Vigo, Pontevedra, Porriño, Vilagarcía, Nigrán, Sanxenxo, Tui y Poio están por delante de las dos cabeceras comarcales. En unos dos tercios de los municipios de la provincia el censo de cotizantes es más elevado en el último año y seis de los nueve de la comarca se encuentran en la parte baja de la tabla, con Silleda, Cerdedo y Vila de Cruces dentro de los cinco que más trabajadores autónomos o por cuenta ajena perdieron. Este balance del ministerio, a diferencia del autonómico, está relacionado con la sede social de las empresas y sus cotizantes, mientras que hace público la Xunta analiza los parámetros de activos en función de donde están empadronados.