Un vecino de A Estrada fue arrestado poco antes de las dos de la tarde de ayer por la Guardia Civil después de que, presuntamente, hubiese apuñalado a una mujer en Silleda. El detenido, M.I., de 40 años de edad, que fue esposado y trasladado en un coche patrulla al Cuartel de Lalín, habría agredido a la chica, de unos 30 años -ambos de nacionalidad marroquí-, en el piso de la calle Progreso en el que ésta vivía con dos menores, una hermana y una hija. La víctima fue atendida en el interior del edificio por servicios sanitarios y llevada en ambulancia a un centro médico.

La mujer presentaba signos de haber recibido puñaladas en la barriga y en un brazo, aunque no se temía por su vida, según indicó el alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, que se personó inmediatamente en el lugar del suceso. Un helicóptero del 061 sobrevoló la localidad, en principio, por si fuese necesario el traslado urgente de la mujer, que fue llevada en ambulancia al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.

El suceso sacudió Silleda, muchos de cuyos vecinos se arremolinaron en las inmediaciones del edificio de la calle Progreso. Según testimonios de algunos de ellos, la mujer llevaba unos meses residiendo en el inmueble. De los menores se hizo cargo en un primer momento la asistenta social del Concello de Silleda y luego pasaron a estar bajo tutela de la Xunta de Galicia, como procede en estos casos, hasta que la herida reciba el alta médica.

"En principio", la joven ingresó en el hospital de Santiago con heridas de carácter leve o, al menos, "no demasiado graves", según testimonio facilitado por el regidor. Aparentemente, presentaba un corte en la barriga y otro en el brazo, realizados con una navaja que se habría hallado en la vivienda. Ella residía en Silleda, mientras que su agresor vivía en A Estrada, y "parece que hay o que pudo haber algún tipo de relación laboral", pero no sentimental, apunta el primer edil de Trasdeza.

Los vecinos también indican que no les consta ninguna relación de pareja entre la víctima y su agresor, si bien este la visitaba de forma muy esporádica. Es por ello que fuentes de la investigación descartan que se trate de un episodio de violencia de género y podría tener más que ver con motivos laborales. Así lo confirmaron también al alcalde fuentes policiales y judiciales. Residentes en edificios próximos vieron a ambos juntos la víspera, martes, en aparente buena sintonía e incluso riéndose entre ellos, de modo que nada hacía presagiar lo que sucedería horas después.

El agresor fue detenido en el propio domicilio y permaneció toda la tarde de ayer en el calabozo a la espera de pasar a disposición judicial. "Hechos así sorprenden y asustan, pero, dentro de la gravedad, parece que podemos contar con la suerte de que está leve", finaliza Cuiña. La investigación de la presunta tentativa de homicidio se centra en averiguar de qué modo se produjeron las heridas.