Dagbaya, Nazaa y Fatma, las tres pequeñas saharauis que pasaron su verano en el municipio estradense gracias al programa Vacacións en Paz, regresarán a su tierra natal el martes 5 septiembre. Ayer se celebró en el Concello de A Estrada el acto de despedida de las niñas, al que acudió Amalia Goldar, Concejala de Servizos Sociais e Educación. En el encuentro se hizo entrega a Dagbaya, Nazaa y Fatma de una mochila para cada una con materiales educativos como estuches, bolígrafos o libretas. Además, el gobierno local tener un detalle para los niños que no pudieron venir a A Estrada en esta edición, y entregó un lote de libros a las muchachas para que se los entregasen.

Las tres niñas, ya totalmente acostumbradas a la vida en Couso y Baloira, tienen claro que le gustan muchas cosas de Galicia. Incluso Dagbaya afirmó que le encanta "todo" lo de aquí. Entre sus actividades preferidas están la playa, la piscina, el parque acuático, las fiestas, los columpios y, por supuesto, la comida. La pizza, el pollo, los espaguetis o la fruta son algunos de sus platos favoritos. "No dejan un racimo de uvas sin picotear", añade uno de los padres de acogida. Después de varios años viajando en verano a A Estrada, las tres pequeñas entienden el gallego y español, aunque a veces tienen alguna dificultad para hablar o entender. En esta ocasión, las tres niñas jugaron muchos días entre ellas porque ninguna de las familias de acogida tenía niños pequeños y en "las aldeas ya no quedan tantos muchachos como hace años", apuntaba una de las madres.

A pesar de que aquí están pasándoselo genial, también echan de menos a las familias y amigos de su país natal. "Tienen ganas de ir para verlos pero luego volver", señaló uno padre. Gracias a as nuevas tecnologías, durante todo el verano pudieron mantener el contacto con sus parientes por teléfono móvil y whatsapp, haciendo la estancia más fácil y cómoda.

Para alguna de ellas este puede ser su último verano en Galicia con el programa de Vacacións en Paz, pues el rango de edades para poder participar es de siete a doce años y ya superarán el límite, aunque sus padres de acogida mantienen la esperanza de que vuelvan otro año. "A pesar de que pasan el límite de edad aún puede venir alguna el próximo año. Se están haciendo algunas excepciones porque aún comienzan a venir con ocho o nueve años, cuando con siete ya podían venir", señaló el padre de una de las pequeñas.

Desde hace 20 años, el Concello de A Estrada tiene como tradición, durante los meses de verano de julio y agosto y gracias a la Asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui (Sogasp), que varios niños sean acogidos por familias del municipio. En alguna ocasión llegaron a venir hasta 16 niños que se repartían por familias. El año pasado fueron nueve y este tres. Los padres achacan este motivo a una etapa en la que "algunas familias acaban de dejar a los niños que acogían porque pasaron el límite de edad y se están tomando un año sin participar en el programa", afirma una de las madres. También intuyen que el dinero sea la causa por la que no haya más familias participantes. "Al final, los gastos de cada niño rondan los 1.000 euros. Este año recibimos ayudas para pagar el billete de avión", señaló uno de los padres. Aún así, las madres y padres de las jóvenes saharauis residentes en Couso y Baloira, junto a la Asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui, hacen un llamamiento a las familias estradenses para que se animen a acoger el próximo verano con la asociación Sogasp. "El cariño humano y la alegría que le dan a la casa no tiene precio", declaró anteriormente una de las madres de acogida de las niñas. Los interesados pueden ponerse en contacto durante el mes de septiembre con la asociación o con alguna de las familias que acogieron durante esta verano, para comenzar a informarse y recoger datos para realizar los trámites.