El gobierno local llamó a las puertas de Xunta y Diputación para reclamar su apoyo económico para afrontar los daños en el edificio, aunque hasta la fecha con el mismo resultado: ni un solo euro de las administraciones autonómica y provincial. Consiente de que quizá estas peticiones no prosperen, el ejecutivo ya admitió en junio que el Concello podría tener que asumir en solitario la financiación. El alcalde, Rafael Cuiña, pidió la colaboración de la consellería de Cultura y su titular advirtió que la Xunta no está obligada a aportar recursos económicos al ser un inmueble de titularidad municipal. El regidor aseguró que Rodríguez sí le había comunicado que la Xunta sacaría unas órdenes a las que Lalín se podría acoger, pero de las que de momento nada se sabe. La implicación de la Diputación ni alcanza las alternativas dadas por la consellería.

Mientras tanto, en febrero la corporación lalinense aprobó una moción del grupo de gobierno en la que se solicitaba a las dos administraciones superiores financiación para reparar el auditorio. El acuerdo plenario, que habrá llegado a Santiago y a Pontevedra, parece haber quedado en papel mojado como lo estaba el edificio.