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El Concello de Dozón paraliza las obras del aparcamiento en Pena de Francia

Los comuneros están abiertos a un encuentro para acercar posturas - Apuntan que años atrás hubo que replantar varias explanadas donde se acumuló tierra del área recreativa

Una de las máquinas de obras, en el área recreativa. // Bernabé/Adrián Rei

El Concello de Dozón decidió ayer parar los trabajos de asfaltado para dotar de una zona de aparcamiento al entorno del área recreativa de Pena de Francia, muy próxima además a la capilla que este domingo acoge una multitudinaria romería religiosa. Las obras habían comenzado anteayer e incluyen la pavimentación de caminos próximos, por un importe global de 25.761 euros. La presión de los comuneros, que trasladaron la situación a la Xefatura Provincial de Medio Rural, motivó la suspensión de estos trabajos. En todo caso, desde la directiva de la comunidad de montes se está a la espera de una comunicación oficial o bien por parte del Concello o bien desde la propia consellería.

El presidente de los comuneros, Jesús Remeseiro, anuncia que está dispuesto a convocar una asamblea y a reunirse con miembros del gobierno local para acercar posturas. Pero quiere dejar claro que "no es lógica una mancha de hormigón en la cima del coto", en referencia a ese aparcamiento. Añade que la zona de estacionamiento se localiza en la finca 787, "que entra dentro de las 167 hectáreas conveniadas con la Xunta a principios de los años 80". De esa superficie, la Xunta hizo replantaciones en 130 hectáreas (con pino y coníferas), de modo que las 30 restantes quedaron a prados que se arrendaron a diversas explotaciones bovinas del municipio.

El ejemplo de Eirelo

Remeseiro quiere dejar claro que no está en contra de las obras que hizo el gobierno local en la zona, para dotar al enclave de servicios como aseos o una fuente de agua potable. Eso sí, insiste en saber si se trata de obras legales puesto que se acometieron en terrenos de una comunidad de montes, por lo que estos trabajos deben seguir una normativa específica. "No se solicitó permiso a una junta directiva de los comuneros que, además, estaba desaparecida", recuerda, a la vez que añade que "no hay ningún documento de cesión de terrenos, mientras que en el caso del monte Eirelo, sí se elaboró un documento de cesión para que el concello pudiese construir el local social".

La construcción del área recreativa ya trajo, en su momento, cierta polémica, porque la tierra que se acumuló durante estas obras terminó depositándose en tres explanadas, "que quedaron sin árboles y que tuvimos que repoblar desde la comunidad de montes", explica el presidente. Concluye anunciando que, en la próxima asamblea, se analizarán también los deslindes de este monte comunal. Pena de Francia está catalogado como monte comunal con certificación forestal, lo que ratifica su sostenibilidad tanto en la gestión del propio monte como en la trazabilidad de la madera desde el momento que se corta hasta que se entrega al comprador.

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