El festival de marionetas Titirideza, que comenzó el jueves y que remata hoy, salió ayer a las calles del casco urbano de Lalín para demostrar que los espectáculos de marionetas son aptos para cualquier escenario, más allá de un teatro con fondo negro. A media tarde, la compañía Catro Pés puso en marcha la función Zancos e danza, en el entorno de la Praza da Igrexa. Este espectáculo combina la técnica circense de los zancos con el virtuosismo del ballet, creando así "una peculiar relación entre títere y manipulador", como explica el argumento de esta obra. Para lo que quedaron con ganas de más, la Rúa Pelayo sirvió de enclave para Tita, la pieza de Títeres Babaluva, una compañía con más de 20 años de trayectoria. La última jornada de Titirideza ofrece hoy a las 18.00 horas, también en la rúa Pelayo (si llueve, en el Museo Ramón Aller) la función de A pequena Lúa, con A Xanela do Maxín. A las 20.00 horas, en la Praza da Igrexa (o interior del consistorio si hay mal tiempo), Rojo Telón representa Yo soy ella.