Y si los movimientos migratorios están bastante equiparados en lo que a género se refiere, no ocurre lo mismo a la hora de compararlos por tramos de edad. Tanto en las inmigraciones como en las emigraciones se impone la franja de 30 a 54 años. Esta circunstancia se debe, sobre todo, a que en este tramo de edad se concentra buena parte de la población activa que dispone de un puesto de trabajo, y de ahí que por motivos laborales estas personas tengan que establecerse en algún punto de las comarcas o, por el contrario, abandonarlas para desempeñar un empleo en otra parte.

Basta con ver los datos de inmigraciones: de las 1.172 mencionadas en Deza: 454 (es decir, casi la tercera parte) corresponden a personas de entre 30 y 54 años, igual que las 220 de las 567 totales de Tabeirós-Terra de Montes. En el extremo opuesto se colocan los inmigrantes menores de 16 años: 164 en Deza y 67 en la comarca vecina.

En lo que se refiere a emigraciones, en el área dezana hubo 500 vecinos de entre 30 y 54 años que se marcharon de estas tierras durante el año pasado (recordemos, casi la mitad de los 1.111 totales), igual que otros 266 de Tabeirós-Terra de Montes (sobre un global de 615). De nuevo, los menores de 16 años son también los que menos hacen las maletas para marcharse: hubo 148 casos entre los seis municipios dezanos y 79 entre Cerdedo, A Estrada y Forcarei.