La mejor manera de sellar el hermanamiento entre Silleda y Canéjan es mezclando ambas culturas, para ver que, a fin de cuentas no son para nada diferentes. En este proceso está inmerso la comitiva silledense que recaló en la localidad francesa el pasado martes. El grupo conformado por integrantes de Fortín da Pomba y la concejala de cultura de Silleda, Ana Luisa González, visitaron la ciudad de Burdeos, al suroeste del país, próxima a la frontera con España.

En la ciudad la comitiva pudo visitar la catedral y además su conocido como Espejo del Agua, este es el más grande del mundo, se construyó en 2006 y está declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Este enclave está ubicado al lado de la plaza de la Bolsa, uno de los emblemas de esta ciudad conocida también por su producción vinícola.

González mostró ayer su agradecimiento "por la acogida que nos están brindando los vecinos de Canéjan" y destaca además de la hospitalidad la hermosura "de esta región de la Aquitania francesa que estamos descubriendo gracias a este programa", añade. En los próximos días los integrantes del grupo continuarán conociendo distintas localidades y entidades de la zona, además de participar en distintos actos culturales junto a las de legaciones de Italia e Hungría que también están presentes en esta iniciativa de Canéjan, localidad ubicada a 20 kilómetros de Burdeos. El sábado, será el día grande de la cita, pues en esta jornada Silleda se hermanará finalmente con el municipio francés y contará con la presencia del alcalde trasdezano, Manuel Cuiña, para hacer efectivo el acuerdo.