Cáritas Parroquial de A Estrada continúa siendo "el parche" al que recurren muchas familias de la zona para poder subsistir. El término es el que utiliza su director, José Manuel Vázquez para referirse a la labor que la entidad realiza desde hace años en la localidad, desde su bajo, situado en la calle San Paio de la villa estradense. Este año, el colectivo atiende a 190 familias, es decir, unas 570 personas, una cifra menor que la registrada durante todo el ejercicio anterior, en que dio amparo a unas 200 unidades familiares conformadas por alrededor de 600 miembros.

A lo largo de 2016, Cáritas de A Estrada repartió 25.000 kilos de alimentos, mientras que en lo que va de año el volumen total alcanza los 12.000 kilos, según señaló ayer el responsable local de la entidad. Esta realiza el acopio de víveres gracias a las aportaciones de los vecinos, a la colaboración de Cruz Roja y "sobre todo, a lo que recogemos durante la Operación Kilo" por Navidad, apunta Vázquez. Las entregas se realizan mensualmente, cada quince días o todas las semanas, dependiendo de los ingresos que en cada momento tengan los usuarios. Por ejemplo, hay unas cincuenta familias a las que Cáritas entrega alimentos cada semana.

Además de la dotación de alimentos, la entidad presta otro tipo de servicios como el pago de recibos o gastos básicos a los que las familias no pueden hacer frente. Así, el año pasado se hizo cargo de varias facturas eléctricas de usuarios, lo que le supuso un desembolso de 180 euros. En lo que va de este año, esta cifra prácticamente se dobló, alcanzando ya los 350 euros, según los datos aportados por su director. En cambio, los gastos para sufragar el coste del butano en los domicilios de los usuarios se sitúa este 2017 en los 380 euros, lejos aún de los 1.000 euros aportados para este fin el año pasado.

Otro de los servicios de Cáritas más demandados es el de apoyo a transeúntes, a los que ofrece alojamiento, comida y transporte. El gasto del colectivo por los dos primeros conceptos fue de 1.200 euros el ejercicio anterior, superado ya en 100 euros este año. En transporte -que ofrece a Santiago, Pontevedra, Caldas o Lalín, a donde tiene líneas La Estradense, compañía con la que Caritas tiene convenio- la entidad desembolsó el año pasado 240 euros. Este, por el momento, lleva pagados 200 euros. Precisamente ayer, concedió comida, cobijo y traslado hasta Lalín a un caminante.

13.000 euros en gasto social

A lo largo de 2016, Cáritas de A Estrada gastó en ayuda social 20.000 euros. En lo que va de 2017,la cantidad se eleva a los 13.000 euros. Vázquez atribuye la pequeña bajada de personas que demandan ayuda al perfil de usuarios de Cáritas. Comenta que se trata de jóvenes con edades comprendidas "entre los 20 y los 45 años, emparejados y con hijos", que "intentan buscarse la vida", aunque con "trabajos precarios" que son "pan para hoy y hambre para mañana", por lo que acaban volviendo a pedir amparo. Asegura que son residentes en el casco urbano, pero también en el rural. El director hace un llamamiento a los vecinos para que se hagan socios colaboradores de la entidad, aportando la cantidad que deseen porque "el dinero es nuestra base" para seguir ayudando, dice.