La Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático formula la declaración de impacto ambiental para un proyecto de ampliación de una explotación de cebo de pollo en Pareizo (Goiás, Lalín). Inés Taboada Blanco es la promotora de una propuesta que pretende aumentar la nave existente, con una capacidad de 37.345 picos, a los 69.169.

Los trabajos permitirán ampliar las instalaciones para disponer de una nave de 2.534 metros cuadrados, con un local anexo de 50 metros cuadrados y un estercolero de 72 metros cuadrados y 252 metros cúbicos. Las aves entran con un día de edad y un peso inicial de 50 gramos. Su período de engorde dura en torno a 50 días, hasta que alcancen los 2,50 kilos. El abono que genere la explotación se usará como fertilizante en tierras agrarias. En este sentido, los promotores calculan que los animales producirán al año 933 toneladas de gallinaza. Para gestionar estos excrementos, el gestor deberá presentar los documentos que acrediten que es dueño de las parcelas. La capacidad de almacenamiento será de 504 metros cúbicos, según indica la DIA. La granja se guiará por un plan de gestión del estiércol conforma a la IT-2 Xestión das Dexeccións Gandeiras.

Todas las dependencias donde se acumulen sustancias contaminantes (en especial en las soleras de las naves y en las soleras de los estercoleros) habrá soleras hormigonadas e impermeabilizadas, que además tendrán que revisarse cada cierto tiempo.

Medio Ambiente también recomienda que en el interior de las naves se empleen pinturas con etiqueta ecológica, a ser posible, atóxicas blancas o en colores claros. El consumo de combustibles fósiles de la maquinaria agrícola de la granja se reducirá mediante el reglaje de los motores, el uso de biocombustibles o la realización de labores combinadas. Además, en la fase de abandono de la actividad, hay que presentar un informe seis meses antes con todos las actuaciones previstas para el desmantelamiento.