Agolada es uno de los cuatro municipios de la provincia (junto a Baiona, Crecente y Meaño) que tendrá que someterse a un plan económico-financiero, tutelado por la Xunta, durante este año y el que viene. La decisión procede del Ministerio de Hacienda, que aplica esta medida a las administraciones locales que incumple el objetivo de estabilidad presupuestaria. Es decir, se salta el concepto de "regla de gasto", mediante el que un concello tiene que mantener los gastos dentro de los márgenes habituales de ingresos.
El Estado permite aumentar ese gasto en función de la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto. La tasa de referencia para el año pasado fue del 1,5%, mientras que en el presente se sitúa en el 1,7. Los presupuestos no deben tener un aumento de gasto superior a estas cifras. En el caso de Agolada, los datos que maneja el plan económico (y que puede consultarse en la web de Hacienda) señalar que su incumplimiento de la regla de gasto en 2016 se dispara a los -581.535 euros. La cifra negativa, con este control económico, seguirá durante 2017 y 2018, en números rojos, pero al menos serán bastante más modestos. Las previsiones de Hacienda pasan por que en este ejercicio el incumplimiento de la regla de gasto baje hasta los -4.907 euros, mientras que el próximo año estará en los -9.180.
La estabilidad presupuestaria de Agolada también fuerza la aplicación de este plan. El año pasado, su capacidad o necesidad de financiación se situaba en los 330.642 euros negativos. Hacienda espera que las cifras mejoren de forma muy notoria con la liquidación de cuentas de 2017: la previsión es que la capacidad de financiación sea ya de 211.204 euros, mientras que el año que viene desciende un poco, pero sigue en números positivos, con 194.981 euros.
El diagnósticos que realiza Hacienda para argumentar la necesidad de un plan financiero también se apoya en otros dos conceptos: la deuda PDE y la deuda comercial. La deuda PDE es la deuda pública según el Protocolo de Déficit Excesivo. Este protocolo es un proceso que se aplica a un estado miembro de la UE si su déficit supera en un 3% su Producto Interior Bruto (que son los bienes y servicios que produce ese país durante un año). Con ese protocolo, se evita que el país ponga en peligro su estabilidad económica y, por extensión, la de la propia UE.
Pues bien, la deuda PDE de Agolada era de 1,012 millones de euros. Con el control que se aplicará para recuperar la estabilidad presupuestaria, se espera que este 2017 remate con una deuda PDE bastante inferior, cifrada en 837.723 euros. El pasivo seguirá bajando en 2018, hasta los 66.821 euros. En lo que se refiere a la deuda comercial (la que presenta el concello con los proveedores), en 2017 será de 106.155 euros, y sube levemente al ejercicio siguiente para colocarse en los 108.278. Para reajustar los números, Agolada tendrá que retrasar un poco su periodo medio de pago a los proveedores: si el año pasado era de 3,9 días, hoy en día se sitúa en los 20, y el próximo año será de 22, según el plan económico-financiero.
Una de las medidas que se pondrán en marcha para que Agolada pueda controlar su volumen de gasto es la reducción en gastos corrientes (personal, insumos, maquinaria...). Este año, habrá 6.000 euros menos para gastar en dicha partida, mientras que en 2018 el recorte llega a los 17.000.
Con estos 23.000 euros de contención de gasto, se notarán sus efectos en el cumplimiento de la regla de gasto. Para 2017, el plan contempla que el cumplimiento o incumplimiento de la regla de gasto previo se sitúa en -4,907 euros pero, al contar con esos 6.000 euros de reducción en gastos corrientes, el cumplimiento de gasto de este PEF ya es positivo y se coloca en los 1.092 euros. Ocurre algo similar el año que viene: se parte de un incumplimiento del gasto previo de -9.180, pero al aplicar los 17.000 de recorte de gastos corrientes, el cumplimiento del gasto que establece el plan es de 7.819 euros.
Del mismo modo, su capacidad de financiación previa este año, gracias al recorte en gastos corrientes, pasa de 211.204 a 217.204 euros, que el año viene suben de los 194.981 a los 211.981. Hay que apuntar que la situación económica de Agolada motivó que en 2012 se sometiese a un plan de ajuste por su deuda comercial, al igual que los concellos de Silleda y Dozón.
