Si las petroleras varían el precio del gasóleo en función del municipio (por su número de habitantes) o del volumen de tráfico que soporta la vía junto a la que se encuentra, a la hora de hablar de gasolinas estas diferencias entre una y otra estación de la misma compañía se vuelven casi inapreciables.

Así Repsol fija el precio de la gasolina de 95 octanos en 1,239 euros por litro, tanto para sus tres estaciones de Lalín como para la de Agolada y la del casco urbano de Vila de Cruces. No ocurría así el año pasado, donde era más cara en estos dos municipios (uno y dos céntimos) que en la cabecera comarcal. Así es que la gasolina de Repsol subió entre 5 y 7 céntimos en relación al 11 de agosto de 2016.

Esos 1,239 euros por litro de gasolina se marcan también en las estaciones de Petronor en Gres y Dozón, poniéndose así 5 céntimos por encima del año pasado. Es, también, el mismo valor para la estación de Vilatuxe (Cepsa) la AP-53 (Galp) y la del polígono Lalín 2000 (Staroil). Sube, en estos tres casos, en siete céntimos en Vilatuxe y 8 en las otras dos. Cepsa, sin embargo, marca a 1,238 su gasolina en la entrada de Silleda; el año pasado costaba siete céntimos menos.

Y nos quedan los extremos: las más baratas son Camanzo, a 1,203, la de Bendoiro, a 1,224 (las dos subieron 6 céntimos), la de A Bandeira y Carrefour, a 1,229 ambas, que aumentan 8 y 9 céntimos. La más cara está en Rodeiro, a 1,259 y con un ascenso de 9 céntimos.