La Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo constata el buen funcionamiento del primer GPS acoplado a una de sus yeguas hará mañana justo un mes, coincidiendo con la celebración del último curro del año. Al término del mismo, miembros del colectivo colocaron un collar a una de sus "bestas", al que iba adosado un aparato destinado a controlar los movimientos de su manada en el monte. Fue el inicio del proyecto de investigación que coordinará la asociación y en el que participan instituciones públicas y otros organismos gallegos.
El dispositivo emite datos cada media hora, que Rapa das Bestas puede consultar a través de la aplicación móvil y web Digitanimal. Así es que la res está localizada en cada momento. En base a los datos recabados en este último mes, el colectivo pudo conocer que la hembra que lleva instalado el GPS y su grupo, conocido como la Manada do Lázaro, "durante el día sube hacia las laderas más altas y durante la noche está en las zonas más bajas", según explica el presidente de Rapa das Bestas, Henrique Bazal.
El animal se mueve por el área de monte conocida como As Lamas, próxima a una pista. El hecho de que la manada acostumbre a deambular por una zona de fácil acceso fue uno de los aspectos que se tuvieron en cuenta a la hora de elegir al animal al que instalar el GPS, puesto que ello facilita su control en caso de que el aparato deje de emitir señal o, por cualquier otra circunstancia, sea necesario intervenir en él.
En esta selección se optó también por una hembra en vez de por un macho porque "suponemos que son ellas las que, en las manadas, delimitan el terreno, las que mandan", señala Bazal. El propio presidente del colectivo, pero también otros de sus miembros, comprueban "diariamente" los movimientos del animal. El dispositivo aporta no solo información sobre la trayectoria que la manada sigue en sus desplazamientos sino el número de metros o kilómetros que realiza la yegua en la que está instalado. Asegura Bazal que estos son muy dispares según el día. Así, por ejemplo, el pasado domingo el GPS indicó que anduvo solo 700 metros, si bien en una de las jornadas de mayor desplazamiento alcanzó los 2,9 kilómetros. "Tampoco sabemos ciertamente si esos datos son del todo reales o puede haber algún fallo", admite Bazal.
Además de miembros de la Asociación Rapa das Bestas, otra de las personas que tendrá acceso a los datos del dispositivo será una ingeniera forestal especializada en caballos perteneciente a la Asociación Galega de Custodia do Territorio, entidad dedicada al estudio y conservación de la naturaleza que, junto con el colectivo de Sabucedo, se encargará de coordinar el proyecto.
La instalación del primer GPS es el punto de inicio de una iniciativa que contempla la colocación de otros 19 collares con el mismo dispositivo en otras tantas manadas. El objetivo es hacer "un control más exhaustivo de casi todas" ellas, señala Bazal. Se trata de "ver cómo se mueven, si se mezclan en el territorio unas con otras", etc.
El estudio permitirá también analizar otros aspectos como la calidad del pasto o la localización de las zonas más propicias para derivar a los caballos para que pasten y contribuyan a la prevención de incendios. También realizará mediciones para concluir sobre la evolución de los pastos en zonas en las que están équidos y en las que no.
