Sigue la polémica sobre el uso que hizo la edil de Cultura, Lara Rodríguez Peña, del Audi A6 de propiedad municipal para trasladarse a leer su examen de oposición a Pontevedra y poder regresar a tiempo al pleno del 30 de junio. Desde el PP, sus 10 ediles piden la dimisión de la concejala ya que "por muchas vueltas que pretendan darle, es un uso particular, privado y perverso de los recursos públicos".

El PP no admite las explicaciones de la edil, que sí reconoció esta utilización pero que, a entender de los populares, "está incurriendo en incoherencias y contradicciones".

Aducen que Rodríguez Peña se desplazó en dos ocasiones anteriores en su propio coche a Pontevedra para otros tantos exámenes de la oposición, pero que optó por el vehículo municipal porque lo único que cambiaba en esta ocasión "era que tenía que asistir al pleno".

Rodríguez Peña podía haber optado por desplazarse en taxi, pero desde el ejecutivo se señala que esta opción salía más cara que echar mano del vehículo de alta gama y de un conductor. "La realidad es que era la única posibilidad que tenía para hacer un viaje más cómodo", concluyen los concejales populares.

El portavoz del PP, José Crespo, reprende a Rodríguez Peña por no disculparse ante los vecinos ni mostrar "el mínimo arrepentimiento". Esta "soberbia política" es la que motiva que pida su dimisión. A los populares tampoco les vale que el gobierno de coalición se refiera ahora al coche oficial como "coche que usa el gobierno para asuntos debidamente justificados" y que el chófer pasase a ser "agente notificador que cuando es necesario conduce este vehículo". Crespo propone que, si el gobierno quiere "pueden llamarle al coche oficial nave especial y al chófer Fernando Alonso, pero la realidad es la que es, porque en ambos casos se trata del mismo coche y del mismo funcionario".

Mientras tanto, desde el gobierno local se intenta "desenmascarar la hipocresía de quien admitió en pleno que en su etapa como alcalde todos los concejales hacían uso personal de los vehículos del Concello", y echan mano de los datos del Audi A6. El vehículo se compró hace 10 años, es decir, durante el mandato de Crespo. A día de hoy, tiene 496.500 kilómetros. De éstos, 455.000 se realizaron durante los mandatos del PP, a razón de 56.900 por año de media, mientras que los 41.000 restantes corresponden a estos dos años de cuatripartito. Es cierto que el gasto anual bajo el mandato del PP duplica al del ejecutivo local en estos dos últimos ejercicios, pero también es verdad que Crespo llegó a compaginar su cargo de alcalde con el de vicepresidente de la Diputación y presidente de la Fegamp. En este sentido, el gobierno reseña que el vehículo de alta gama se usa para "tareas de transporte de documentación y traslado de notificaciones, y no en desplazamiento de políticos, mientras que en la época del PP se realizaron exclusivamente para llevar a José Crespo a todo tipo de cuestiones, como entierros, actos culturales o mítines políticos en un vehículo propiedad del Concello", esgrime.

Ristra de acusaciones

Hace dos años, el pacto de gobierno entre Compromiso por Lalín, los socialistas y APAC contemplaba la supresión del coche oficial y del chófer. Ambos se mantienen, como denuncia el PP, aunque el ejecutivo prefiere utilizar otra terminología y reitera que el Audi A6 es "un vehículo más" de la flota del Concello, que pueden usar los concejales si es preciso y si el viaje se realiza fuera del término municipal de Lalín, mientras que el conductor ahora es "un funcionario nombrado como agente notificador".

Nada más destaparse la polémica, el gobierno se refirió a Crespo en un comunicado como un "faraón y nuevo rico" al que su chófer iba a buscar a casa cuando era alcalde, después de recoger la prensa en el consistorio. Cuando, en 2008, se supo que la entonces edil de Benestar Social Paz Pérez usó la furgoneta de Servizos Sociais para comprobar la accesibilidad del campamento de Porto do Son y luego llevar a su familia a Sanxenxo y pasar allí el fin de semana, Crespo se refirió a la oposición como "carroña". El gobierno de coalición se pregunta si su antecesor se considera ahora, también, carroña, y le aconseja no abrir la caja de los vientos de Pandora.

El portavoz popular replica que referirse a él con estos términos "no le quita gravedad a los hechos que protagonizó Rodríguez Peña, sino que demuestra que el gobierno de los cuñados tiene una piel muy sensible a la hora de recibir críticas y que solo sabe responder actuando como matones de poca monta, como un clan de la mafia". Explica que no se puede comparar el caso de Paz Pérez con el de Rodríguez Peña, que considera "realidades totalmente diferentes": Pérez condujo ella misma la furgoneta y, en lugar de volver a Lalín, se desplazó a Sanxenxo, donde tenía la familia, y "el coste que tuvo para el concello no se incrementó", mientras que Rodríguez Peña "fue a un tema exclusivamente privado con coche y chófer".

Los populares concluyen diciendo que el gobierno "que prometía no cobrar sueldos, los que hicieron campaña contra mí por el coche oficial, en solo dos años de gobierno han protagonizado más escándalos que otros en 25 años, como el episodio acaecido con González Casares en una fiesta en Vilatuxe o la visualización ilegal de las cámaras de vigilancia por parte del alcalde".

Sobra decir que la polémica está incendiando las redes sociales. Usuarios que se postulan a favor de del gobierno y recuerdan al PP aseguran que el exedil popular de Obras, Camilo González Bodaño, usó el todoterreno municipal en diversas ocasiones para fines privados; usuarios que recomiendan al ejecutivo que se limite a admitir que obró mal y que, incluso, se deshaga del vehículo. Pero, como indica el propio González Casares, éste no puede venderse.