La churrería La Cesureña lleva 40 años ubicada en la misma esquina del campo de la feria. Su churrero, José Ramón, afirma que cambiar el puesto no le compensaría a nadie. "Pagamos por estar todo el año en nuestro lugar y no me agradaría que se nos cambiara para otro sitio y justo durante las dos mejores ferias del año. Aunque parezca lo contrario, nosotros como churreros durante la época de verano es la que más vendemos, porque hay muchos turistas y los niños están de vacaciones, la afluencia de público siempre es mayor", declara.