Recordando aquellos tiempos en los que no había radios o televisores y el único ruido que se escuchaba era el de las voces de los vecinos, José Cortizo se inspira para poner melodía a sus versos. Recuerda cómo se cantaba mientras se lavaba la ropa en el río, cuando se recogía el tojo o durante las caminatas diarias para ir a trabajar.
Barro de Arén es tierra de buenas "pandereiteiras" y "cantareiras," y él es partícipe de esto.Las temáticas son las mismas que las de los poemas: la naturaleza, los pasatiempos de la aldea, los amores de juventud, las "ruadas", los cantos del trabajo, etc. Entre sus inspiraciones también se encuentra su esposa, a la que dedicó los siguientes versos: Pasei a noite soñando/soñando co meu querer,/e despertáronme as ganas/as ganas de ilo a ver./O soño levoume lonxe/levoume ata aquel lugar/onde esa cara fermosa/o sol quixera bicar./Marchei pola corredoira/para logo poder chegar/onde a lúa se chega/a eses ollos ver brillar./Quixera seguir soñando/para logo despertar/xurándolle amor eterno/con ela xunto ao altar.
