Los 18 cazadores de la Sociedade Deportiva Río Ulla que se dieron cita ayer en las batidas al jabalí autorizadas por la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio en parroquias de A Estrada base territorial del tecor pudieron constatar la abundancia de jabalí de la que se quejan los ganaderos que acusan continuos daños en sus maizales y, por tanto, temen perder la cosecha. Lograron levantar un gran número de jabalíes y abatir a dos de ellos por la mañana en Santeles. Por la tarde, consiguieron levantar otros tres. Solo consiguieron ver a dos, uno de ellos el tercer jabalí al que consiguieron herir pero que, tras más de dos horas de persecución, logró huir o, al menos esconderse en los ingentes maizales de la zona de Cora, herido.

Así puede resumirse la primera de las dos jornadas de batidas organizadas por Río Ulla para "salvar la cosecha" en la salida de espigas del maíz y evitar la "indefensión" que acusan los ganaderos de las parroquias vinculadas al tecor. Los de Santeles y Cora especialmente pero también los de Santa Cristina de Vea, Toedo y las inmediaciones de Paradela pudieron comprobar que cazadores y perros se emplearon a fondo para intentar evitar que las plantaciones de estas zonas sigan sufriendo daños.

Como estaba previsto, la mañana arrancó pronto para los participantes en las batidas. Se congregaron a las 8.00 en el campo de la fiesta de Santeles y, en vista de que las obligaciones profesionales de muchos redujeron el número de cazadores previsto, acordaron conformar una única cuadrilla. A las 8.30 horas ya solo quedaban en el punto de encuentro los encargados de desencamar piezas con la ayuda de los perros. Dado que Santeles era una de las parroquias que registraba más quejas de los cazadores se presuponía que era en esta zona donde los jabalíes estaban afincados. De ahí que la batida matutina arrancase a 300 o 400 metros del Ulla en dirección a Santeles. Pronto se encontraron con una hembra con crías y con corzos, a los que, lógicamente, dejaron ir. Poco después se encontraban con más de una decena de jabalíes adultos. Fue entonces cuando lograron abatir a dos de ellos. Los demás lograron huir: parte se lanzaron sin dudarlo al río Ulla cruzándolo a nado en dirección a la orilla coruñesa y otra parte huyó corriendo a toda velocidad en dirección a Paradela.

Los perros -mayoritariamente sabuesos y azules de Gascuña- acusaron el esfuerzo y el aumento de la temperatura que se producía a medida que avanzaba el día. Como indicó el guarda de Río Ulla, Ramiro Aller, trabajan mejor con temperaturas bajas. De ahí que con el paso de las horas acusasen el cansancio y perdiesen más el rastro. También pudo pesar la falta de adiestramiento y el exceso de peso propios de estas alturas del año, cuando imperan condiciones muy diferentes a las de la temporada de caza. De ahí que los cazadores decidiesen parar y volver por la tarde con otros perros, de refresco.

La batida de tarde se centró fundamentalmente en Cora y Santeles, cerrándose con el jabalí herido ya citado.

Hoy Río Ulla celebrará nuevas batidas. El punto de encuentro será el campo de la fiesta de Santo André de Vea. Se peinará una amplia zona: San Xurxo de Vea, Santa Mariña de Barcala, Frades, Couso, Santo André de Vea, San Xiao, Baloira y Matalobos.