El restaurante Regatos reabrió ayer sus puertas tras meses de obras que se tradujeron en una reforma y ampliación integral de sus instalaciones. De hecho, la cocina triplicó su tamaño y la capacidad del comedor y de la zona de bar también se incrementó. Ahora tiene capacidad para 52 comensales en su planta inferior y para 28 en la superior. Con la reapertura del local -que inició las obras en octubre y cerró en enero para efectuar el grueso de la reforma- la gasolinera Servicios Puente Liñares recupera la cafetería y el restaurante que la complementan.

Aunque el local continúa bajo la misma gerencia, con los socios Francisco Valdés y José Tato al frente, ha sufrido una reformulación estética y gastronómica. La estética se percibe a simple vista ya desde la fachada (ahora mucho más moderna). La madera y la pizarra adquieren gran importancia.

Pero el restaurante también varía su concepción gastronómica. Su "buque insignia va a ser la parrilla" y se especializará en carnes y en servicio a la carta. El churrasco y la chuleta de ternera tendrán especial protagonismo en su nuevo menú, que subirá a 12,50 pero será muy mejorado, con un primer plato "contundente" y postres caseros (filloas rellenas con helado, tarta de piña, arroz con leche, semifrío deyogur con frutos rojos y coulan con helado, entre otros).Abrirá de siete de la mañana hasta las doce de la noche. La cocina solo cerrará los domingos por la tarde.