El gobierno de Rodeiro tramita desde hace días diversas autorizaciones ante Augas de Galicia para proceder a la limpieza del cauce del río que da nombre al Concello, a su paso por el casco urbano. En febrero del año pasado se inauguró el paseo fluvial y, desde entonces, es uno de los puntos de recreo predilectos por los habitantes del casco urbano pero también por vecinos de parroquias colindantes. Esta afluencia tan notable obliga a realizar un mantenimiento periódico del enclave. En los últimos años se realizaron dos limpiezas del río: en 2011 y la última, en 2015. La normativa exige que se ejecuten a mano, ya que la incursión de maquinaria en el cauce podría afectar a la fauna piscícola.

Desde hace semanas, y como ocurre en cualquier balsa de agua que esté estancada por la escasez de lluvias, el río Rodeiro está cubierto por una capa de lodo y espadanas, plantas que, de forma paradójica, tienen la función de depurar las aguas. Es más, este tipo de flora suele utilizarse en sistemas de depuración de aguas en los que no se emplean agentes químicos. Pero la desventaja de las espadanas es que suelen tener un ritmo de proliferación muy alto, de ahí que sea aconsejable una actuación lo más rápida posible.

Mejora en Rañestras

Por otra parte, el gobierno que coordina Luis López intervino en el vial que enlaza Rañestras y Paredes. La peligrosidad de una curva, en la que suelen producirse accidentes con cierta frecuencia, motivó una actuación en la que se procedió a hormigonar la cuneta para ampliar la superficie por la que pueden circular los vehículos. Además, se canalizaron las aguas, precisamente para que no discurran por la cuneta, y se colocó un tubo de drenaje para reconducir el agua que manaba en ésta. Así, se evita que el manantial acabe ablandando el terreno. El nuevo trazado de este vial reducirá, de forma considerable, el peligro que presentaba tanto para los turismos y camiones como para vehículos vinculados a la actividad agraria.