Las romerías y fiestas veraniegas siguen sucediéndose en la comarca dezana. Ayer, Silleda y Vila de Cruces albergaron dos festejos muy apreciados por los amantes de este tipo de reuniones donde manda la tradición. La séptima edición de la Romaría da Fervenza de Escuadro resultó todo un éxito en el magnífico entorno natural de Férveda, cuya cascada fue recuperada por el Concello en 2013 con la creación de una ruta y la recuperación de un lavadero y molino tradicionales, que convierten el lugar en uno de los reclamos turísticos del municipio. La música empezó a sonar a partir del mediodía y no dejó de hacerlo hasta bien entrada la noche. En el evento participaron formaciones como Voces da Terra (Vila de Cruces), Pandereteiras Ponte da Prata (Botos), Lume na Lareira (A Estrada), Gaiteiros de Barbude (A Estrada), Pau de Buzo (Saídres) y, por supuesto, el grupo anfitrión O Son da Fervenza, que fue jaleado por todos los presentes en la romería.

La multitudinaria comida de Escuadro estuvo servida por el Mesón A Roda de Rodeiro, además de un pulpeiro que sirvió raciones a los presentes durante el ágape. El programa se completó con una concentración de motos clásicas, una reunión de jinetes y juegos populares para los pequeños. O Son da Fervenza y Cabaleiros da Fervenza también sortearon un pony.

Por su parte, en la parroquia cruceña de Carbia tampoco quisieron ser menos, ayer, y reunieron a centenares de familias en la XXIX Festa Campestre da Madanela, que se celebró a 650 metros de altura. Al igual que sucedió en Escuadro, en Carbia la música tradicional también tuvo un papel predominante durante toda la jornada festiva. Los gaiteiros de Vai Nela y de Piloño iniciaron el programa musical, que también incluyó al coro de Voces da Terra, que cantó en la misa solemne en honor a María Magdalena que dio comienzo a las 13.30 horas. Las dos agrupaciones de gaitas repitieron por la tarde y concluyeron sus respectivas actuaciones poco después de las 22.00 horas en un recinto donde el público seguía con ganas de fiesta.