Marisa Castro García, residente en la casa escuela de la parroquia estradense de Couso, denunció ayer la muerte de su perro, un cocker spaniel, según asegura, presa del lobo. La mujer explica que, como cada mañana, ayer, en torno a las "nueve y media o diez", dejo salir al can, que vivía en el interior de la vivienda, para que diese un paseo.

Al ver que el perro tardaba más de lo habitual en regresar, cuenta su dueña que salió a buscarlo y encontró "el collar roto" en el cierre del recinto de la casa escuela, que está pegado a la carretera. Señala que cruzó a la robleda que existe enfrente y que fue allí donde encontraron al perro, ya sin vida, "sobre las dos y pico o tres de la tarde".

Castro asegura que llamó a la Guardia Civil, a la Policía Local, al 062 y al Seprona para que acudiesen a levantar acta de lo sucedido. Finalmente, le recomendaron que hoy llamase a la Xunta. "Lo que no veo normal es que el lobo esté a la puerta de casa. Por aquí pasa gente paseando y los niños ya no quieren salir, tienen miedo", sostiene.