El alcalde, que no pudo convencer a los feriantes con los que se reunió el martes -a pesar de comprometerse a respetar los metros que tiene cada uno en el Campo da Feira-, se brinda a mediar entre éstos y la AED, con cuyos representantes tenía ayer una conversión pendiente. Cuíña defiende que la patronal dezana tomó la decisión porque entiende que es positiva para todo, para sus socios y también para los vendedores que vienen de fuera. "No queremos un conflicto, pero somos el gobierno legítimo de Lalín", advierte el regidor, que también recuerda que la AED representa a cientos de empresarios, no son cuatro gatos que hayan tomado una decisión a la ligera".