Las ferias de los días 3 y 18 de agosto dejarán libre el Campo da Feira Vello, que podrá utilizarse ese día también como aparcamiento, ya que los puestos que allí se instalan pasarán a ocupar distintas calles del centro de la localidad. Así lo decidió el gobierno lalinense a propuesta de la Asociación de Empresarios de Deza (AED), que entiende que la reubicación de los feriantes repercutirá positivamente tanto en su propio negocio como en el de los establecimientos comerciantes y hosteleros locales. No obstante, la medida ha causado malestar entre los vendedores ambulantes, a quienes se informó de la misma aprovechando la jornada de mercado de ayer.

Los tenderetes del Campo da Feira Vello se reubicarán en la Praza da Igrexa y las calles Principal, Joaquín Loriga, Pintor Laxeiro y Luis González Taboada, tal como indicó ayer el alcalde lalinense, Rafael Cuíña. De este modo, quedará libre el principal estacionamiento gratuito en el centro del pueblo, lo que también se ve como una facilidad para quienes se acerquen al mercado en esas jornadas, que suelen ser muy concurridas por la presencia de turistas y vecinos que regresan a pasar sus vacaciones. Tanto los puestos de fruta y plantas de la calle Rosalía de Castro como los de semillas y verduras que ahora se instalan en la urbanización de O Regueiriño mantendrán su ubicación habitual.

La iniciativa tiene carácter "experimental" y, en caso de resultar exitosa para todas las partes, podría ampliarse el año que viene a las cuatro ferias de julio y agosto. "Si funciona bien, en el futuro hay posibilidades de que se haga todo el verano", declaró ayer Rafael Cuíña. Él mismo se encargó de hablar con un grupo de feriantes que se acercó al consistorio a pedir explicaciones tras ser informados del cambio de sitio. "Hay tenderos a los que no les gusta, pero queremos probar -afirmó el regidor en una entrevista radiofónica-. Hay gente que al mínimo cambio empieza a temblar y a criticar, pero los resultados normalmente me acaban dando la razón". En este sentido, recuerda que hubo críticas por la celebración de las ferias en domingo y "ahora están encantados". Y señala que ya hubo una experiencia similar en febrero, debido a la ocupación del Campo da Feira Vello por la carpa de la Feira do Cocido. "Tuvimos que improvisar y la feria se hizo en el centro y funcionó muy bien en cuanto a ventas", sostiene Cuíña.

La AED reivindica el acuerdo alcanzado hace unas semanas con el gobierno municipal para llevar a cabo en las dos ferias de agosto la "prueba experimental" de trasladar al centro del pueblo los puestos de los feriantes con la finalidad de "intentar dinamizar el conjunto de la actividad comercial y hostelera". Desde la asociación empresarial se remarca que es "una prueba" que se le propuso al alcalde en la última reunión con la directiva que preside Antonio Lamas, "pensando en captar para las calles del centro de Lalín los flujos de gente que acude a esas dos ferias de agosto".

Si bien reconoce que "puede ocasionar alguna pequeña molestia" a los vendedores ambulantes por moverlos de su lugar habitual, la AED se muestra convencida de que el resultado "será positivo tanto para el comercio tradicional y la hostelería como para los propios feriantes, al concentrarse ambas actividades comerciales en las mismas zonas del centro". No obstante, se hace eco del "malestar" ocasionado ayer entre buena parte de los vendedores, al informarles del acuerdo para su reubicación con vistas a las dos próximas citas.

En cualquier caso, la patronal manifiesta no tener ningún inconveniente en mantener una reunión con una representación de los feriantes para explicarles los argumentos en los que se basó su propuesta y subraya que "es un cambio ocasional", únicamente para los dos mercados del mes que viene. De hecho, a última hora de ayer su secretaria e integrante de la comisión de Comercio, Karen Fernández, mantuvo una conversación telefónica con una representante de los feriantes para explicarle los argumentos de la AED y brindarse a dialogar para alcanzar "una solución que satisfaga a todas las partes". Como la postura de los vendedores es contraria al traslado de sus puestos, desde el colectivo empresarial se considera que "lo lógico" será que se medie desde el Concello para lograr un acuerdo.