El Concello de Lalín rematará el año con una deuda de 1.709.779 euros, más de un millón menos de lo inicialmente previsto por los servicios económicos municipales. Esta reducción a mayores será posible gracias a que se va a destinar parte del superávit del ejercicio anterior a devolver 1,4 millones de euros del mayor crédito pendiente, el suscrito con Bankia, del que quedan por restituir 1,7 millones.

El cuatripartito sigue, de este modo, con su amortización de deuda "en tiempo récord", lo que permitirá que al término de 2017 la deuda sea casi inferior en casi 4 millones de euros a la que había al inicio del mandato de Rafael Cuíña. A día de hoy, se sitúa en 3.109.799 euros, apenas la mitad del dinero disponible en caja, que asciende a 6 millones. En junio de 2015, el Concello partía con una deuda total de más de 5,4 millones de euros y una cuantía en caja de unos 4 millones.

El alcalde incide en la idea de que los indicadores económicos municipales corroboran que el gobierno "está siendo una referencia absoluta en la gestión del dinero público". "Hace tiempo que conseguimos -apunta Cuiña- que el Concello de Lalín fuese cada día más de los ciudadanos y menos de los bancos", un objetivo que experimentará "un considerable avance" a finales de año, con una deuda estimada en 1,7 millones de euros.

Además, la liquidación del presupuesto de 2016 arroja un superávit de 2.951.744 euros, certifica un remanente de 3.006.566,75 euros y un saldo positivo de 2.023.666,1 euros, por diferencia entre ingresos y gastos. Estos números han permitido cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria, regla de gasto y límite de deuda, tal como está previsto en el plan económico-financiero aprobado el 21 de julio de 2016. "Las cifras son incontestables y corroboran que estamos haciendo los deberes con responsabilidad y eficacia, y que tenemos, por fin, un Concello saneado", sentencia Cuíña.