Cerca de 90 inscritos de entre 8 y 18 años comenzaron ayer en Vilatuxe el Campamento Musical, que se prolongará hasta el próximo viernes 14. Tras cuatro exitosas ediciones, está es la que más integrantes ha acogido y son varios los que han decidido repetir la aventura.

Entre ellos, su director, Víctor Vilariño, que recalcaba lo gratificante que resulta estar al mando de este tipo de actividades para ver la evolución y el crecimiento de los jóvenes intérpretes, sobre todo de aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo musical. Para parte de los músicos, este se trata de su primer año con un instrumento en la mano.

El objetivo de este campamento es, por un lado, la mejora de la técnica y el aumento de formación, y, por otro, la potenciación de la convivencia y la adaptación al trabajo en grupo, tan esencial para tocar en una banda. Para ello se cuenta con docentes de primer nivel, con gran experiencia a pesar de su juventud, destacando a la clarinetista Paloma Pinto, parte de la finlandesa Jönkopings Sinfonietta o Yael Fiúza, trompeta en la Deutshe Oper Berlin.

El formato seguirá siendo el mismo que se ha llevado a cabo en ediciones anteriores. Se impartirá tecnificación por la mañana, incluyendo tanto clases individuales como colectivas y también masterclasses impartidas por los artistas invitado, por la tarde se dará paso a juegos de convivencia y dinámicas de confianza, para que los pequeños se diviertan y tengan la oportunidad de conocerse e interactuar, sin olvidar el toque musical en la mayoría de ellas. Cada jornada se cerrará con un ensayo general del grupo en vistas a preparar un concierto de cierre, que se celebrará el viernes en Lalín.

La mayor parte de los participantes son miembros de la Banda Xuvenil de Vilatuxe pero cada año se han ido sumando más jóvenes que actúan con agrupaciones de pueblos colindantes como Lalín o Silleda. También se destaca el aumento de demanda en especialidades como el oboe, que cuenta con 8 inscritos, o el fagot, cuyo número de intérpretes asciende a 6, que suelen ser instrumentos menos demandados. Los clarinetistas son los que ganan por mayoría de participantes, contando con 23.

La mezcla de música, diversión y verano hacen una combinación perfecta para los jóvenes intérpretes que contarán con una formación extra para volver con fuerza a las Escuelas de música el próximo septiembre.