Los seis municipios de las comarcas con créditos bancarios cerraron el pasado año con unas obligaciones de 10,44 millones de euros tras amortizar en doce meses un total de 1,3. A diferencia del período anterior, cuando todos los concellos salvo Cerdedo y Dozón habían rebajado sus deudas con la banca, ahora son A Estrada y Agolada los que no han sido capaces de aminorar el montante de sus préstamos y sus cuantías han crecido. Todos los demás de Deza y Tabeirós-Montes rebajan deuda y Vila de Cruces se suma a Rodeiro y Forcarei como los únicos casos en los que su debe con las entidades financieras está a cero.

Lalín, el ayuntamiento que más debía a las entidades crediticias por préstamos, ha sido también el que ha hecho un mayor esfuerzo en la amortización de deuda durante el año pasado. Sus cuentas pendientes alcanzan los 3,5 millones después de liquidar 669.000 euros. Por el contrario, en A Estrada el pasivo aumenta levemente y lo hace en 98.000 euros más, con lo que al cierre de 2016 sus obligaciones pendientes se situaron en 2,7 millones. Silleda, que partía de préstamos por valor de cerca de tres millones, consiguió amortizar 342.000 euros y dejar su deuda bancaria en 2,6 millones.

En el caso de Rodeiro conviene recordar que está libre de créditos desde hace años y Forcarei liquidó 261.000 euros en 2014, siendo hasta el pasado ejercicio los únicos sin deudas pendientes. A este listado se sumó ahora Vila de Cruces, que amortizó en el pasado curso la totalidad de los 234.000 euros pendientes. El Concello de Dozón tiene por liquidar 157.000 euros tras afrontar amortizaciones el último año por 18.000 euros. Doce meses antes mantuvo su pasivo en 175.000 al no aminorar su deuda viva durante el año 2015. Cerdedo, que había aumentado su pasivo en 27.000 euros hace ahora dos años, modificó esta situación y durante 2016 afrontó amortizaciones por 165.000 euros para, de este modo, dejar sus saldos pendientes en 198.000.

Si nos apartamos de los volúmenes globales de deuda y analizamos los datos en función de la dimensión de cada municipio podemos ver que la deuda viva per cápita oscila mucho. También hay que tener en cuenta la capacidad de los concellos para generar recursos y, en consecuencia, afrontar con garantías tanto la solicitud de un préstamo como su posterior amortización. Así las cosas, Agolada es el que más deuda por vecino arrastra según el último balance hecho público en el día de ayer por el Ministerio de Hacienda. Con 457 euros por habitante es la administración local de la zona que en la que sus préstamos tienen un mayor impacto en función de su dimensión como municipio. Silleda está en segunda posición, con 298 euros por vecino y a continuación figura Lalín, con 179 euros de deuda viva per cápita. En Dozón son casi 142, mientras que en A Estrada es de 130,7 y de 111 en Cerdedo.

En los últimos años, también forzados por las leyes estatales, los concellos se han visto obligados a aminorar los importes de sus pasivos con los bancos. Lejos quedan los más de 16 millones que adeudaban en 2013. Un ejemplo es Lalín, que entonces llegó a tener pendiente de liquidar 8,1 millones de euros, cuantía que al año siguiente ya bajó hasta los 5,6. Estas operaciones suelen ser coyunturales y por ejemplo entonces Lalín había pedido préstamos por 5 millones para la compra del multiusos. A Estrada irá a un crédito este mismo año de 839.000 euros para el desarrollo del plan DUSI y prevé amortizaciones por idéntica cuantía.