El Partido Popular de Lalín no presentará una moción de censura contra el gobierno presidido por Rafael Cuiña. Así lo avanzó ayer el portavoz municipal popular, José Crespo, quien compareció junto a sus ediles Paz Pérez, María José Senande y José Antonio Varela. Crespo Iglesias reconoce que su grupo no recurrirá a esta estrategia porque el pacto antitransfuguismo impide que prospere la propuesta de derrocar al ejecutivo, si bien recalca que su partido sí cree que existen "motivos y argumentos" para forzar este cambio de gobierno.

Los populares, que consultaron con detalle los mecanismos legales descritos en las mociones de censura, acabaron por desestimar su registro "porque no serviría para cambiar de alcalde y tampoco la interpretamos como un circo mediático sabiendo que la íbamos a perder", dijo, al no contar con los apoyos suficientes. Crespo recalcó que el cuatripartito "sí es censurable" y que existen razones más que sobradas para apartarlo del poder y calificó de "desnortado, paralizado y que vive de rentas" al gobierno municipal.

El portavoz del PP contrapuso la etapa de su partido en el poder en Lalín con la del actual e hizo hincapié en que mientras que entonces se pusieron en marcha infraestructuras como el nuevo consistorio, el multiusos o el Pazo de Liñares, el haber del ejecutivo actual en estos dos años de mandato es demasiado pobre. Por eso insistió en que detecta un cuatripartito "falto de ideas" y que entiende que la gestión municipal "es enviar notas de prensa" o interactuar en las redes sociales. "Lalín pasó de ser un ayuntamiento de referencia a uno irrelevante, del montón", dijo. Acusó el cuatripartito de sectarismo después de haber predicado democracia en su llegada al poder y de cargar contra personas o empresas "que no le gustan", además de asegurar que existen "amenazas veladas" a vecinos que no son favorables a sus ideas. Una vez más reiteró que en dos años de mandato solo hubo "chapa y pintura" y dijo que Lalín no puede perder otros dos años por culpa de un cuatripartito que lo único que lo une es el interés común de las fuerzas que lo integran. Asimismo recordó que se había sometido a una cuestión de confianza y que, tras perderla, se evidenció que se quedó sin la fuerza necesaria para gobernar. "No tienen un proyecto de pueblo ni de gobierno", declaró Crespo Iglesias en su comparecencia en la oficina del grupo popular en la casa consistorial. "Que se pongan a trabajar y si están cansados o no saben, que dejen paso", remachó, además de indicar que otros grupos sí tienen claro el proyecto que necesita el municipio.

Después de citar algunas de las que cree como las principales carencias del ejecutivo, el popular calificó lo calificó de "gobierno de perdedores"; una frase, dijo, acuñada por Alberto Núñez Feijóo cuando se refería al bipartito de la Xunta. También lanzó un aviso al ejecutivo acerca de su incumplimiento de los acuerdos plenarios e indicó que su grupo podría recurrir a los mecanismos legales para sacarlos adelante. Citó iniciativas como la recuperación del aula de la UNED, obras del Plan Concellos y otros proyectos que deben ser respetados. La alternativa es acudir a un contencioso

Una vez que la moción de censura queda descartada ahora, la cuestión de confianza presentada por Cuiña vinculada a la aprobación de los presupuestos sigue su curso. Las cuentas municipales para 2017 podrían quedar aprobadas a mediados de julio, una vez transcurran desde este viernes -cuando acaba el mes que tuvo la oposición para presentar la censura- los 15 días hábiles de exposición pública de la cuenta. Crespo avisa de que a la vuelta del verano el gobierno debería pensar ya en el presupuesto de 2018.